domingo, 2 de agosto de 2015

La ficción supera la realidad

Es conocido por todos el refrán o el dicho "la realidad supera la ficción" cuando algo, desagradable la mayoría de los casos, ocurre y nos deja con la boca abierta. Pues esta vez, es todo lo contrario, la ficción supera la realidad y es gracias a Telecinco.
El verano es tiempo de descansar, leer, desconectar y, por qué no, ver la televisión. Hace tiempo pensaba que Telecinco no podía hacer un programa peor que Sálvame, pero ellos mismos me sorprendieron crearon Sálvame Deluxe, para inundar la parrilla de su canal con cotilleo del "malo" y ver como se sacan los trapos sucios los unos a los otros. La cadena líder de audiencia en España ( lamentable por cierto) ya había dado muestras de lo que era capaz de hacer con sus programas al crear "el juego de tu vida", donde un concursante respondía sobre sus intimidades y se llevase o  no el dinero, siempre quedaba en ridículo.
La banalidad llegó con "Mujeres, hombres y viceversa". Este programa, que aun se mantiene en antena 7 años después, inunda de tronistas, ganchos y actuaciones espantosas a la juventud de este país. Se supone que van a buscar pareja, pero todo envuelto de una superficialidad preocupante para las generaciones venideras.
Si esto no fuera poco y arrastrado por el éxito de los reality (Gran Hermano, Supervivientes...) llega a nuestras pantallas "camino a la isla", donde unos concursantes "famosillos" intentan ganarse el pasaporte para la siguiente edición de La isla de los famosos.
 Peor no se puede hacer, pero eso sí, son libres de emitir los contenidos que quieran, que para eso es una entidad privada. Al mismo tiempo, hay otros programas que gozan de más calidad como por ejemplo...
Featured image
Para ir bajando la persiana un detalle. Dos horas dio el viernes por la tardeen el Sálvame Limón,  el desayuno que Isabel Pantoja había tomado esa mañana en un bar al salir de prisión. El presentador ( barbudo y desaliñado), sentado en la misma mesa y con los mismos manjares que la tonadillera, entrevistó a la camarera que la atendió. Espeluznante, aunque más fue lo mío, que estuve esas dos horas viendo el esperpento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu opinión me importa