viernes, 24 de octubre de 2014

Entrando en el desgobierno

Hacía tiempo que no me detenía a reflexionar sobre la actualidad. Bueno sobre nada realmente. Pero últimamente  el mundo parece que irremediablemente se está descontrolado y más si miramos a España.
 Ver un informativo de televisión o escuchar el parte por la radio ( como decía mi abuelo) se ha convertido en un sinvivir. Solo dan noticias malas. Pongo un poco de orden.

    Desde que el ébola es una amenaza para España todos estamos en estado de alerta máxima y una psicosis recorre el país, empezando por uno mismo. Muchas veces la propia desinformación es la que no lleva a temer a este letal virus. Desinformación que comienza desde el propio gobierno ( y aquí es donde realmente empieza mi alegato). Sigo si creerme y eso que la he visto dos o tres veces ya, como una ministra de sanidad puede meter tanto miedo a un país. Quizá pecó de sincera, pero no puedes salir, cuando hay un contagio de bola, realizando preguntas a la población sin aportar respuestas. ¡Por Dios, que eres la ministra de Sanidad! Crisis superada. Cero dimisiones.

  Las tarjetas opacas. A mi todo esto me hace mucha gracia. Millones de parados, sueldos irrisorios, amenazas de bajadas de sueldo, subidas de horas en los trabajos, etc. Nos hacen pensar que les debemos de estar agradecidos, pero ¿Qué ocurre? Nos están robando en nuestra cara.  Los políticos ( me da igual del partido que sean) sindicatos, altos empresarios. Todos se están riendo de nosotros.

  Pero lo de los políticos no tiene nombre. Todos los días sale un nuevo escándalo. Que si Puyol, que si Mas y su ya cansina independencia, Bárcenas, el caso de los ERE, el yerno ladrón, los sobresueldos del PP. Todos roban, lo mismo de siempre y nosotros mientras les debemos de agradecer vivir, trabajar, luchar.

  Esto realmente sigue siendo una sociedad dividida es estamentos, unos, los de siempre viviendo bien a costa del resto. Aquí los políticos no piensan en el bien del pueblo piensan en su propio beneficio.

  Para concluir y demostrar que hemos perdido el norte, esta mañana explicando en clase las características de la democracia y la de los políticos como representantes del pueblo y de sus intereses, un alumno me ha dicho que todos deberían pasar por mi clase para recordar que su cometido es velar por nosotros y no robar lo que es de todos. Ahí queda eso y con eso me quedo. Los niños de 14 años ya saben la clase política que hay en este país.