domingo, 29 de septiembre de 2013

Una de romanos, bizantinos y musulmanes

Corría el año 753 a.C. Cuando según la leyenda los hermanos gemelos Rómulo y Remo fundaron Roma. Luego, Rómulo tras una fuerte discusión con su hermano mató a Remo al ejecutar una supuesta clausula que ellos mismos crearon ( al fundar la ciudad dijeron que el cruzase los límites de la ciudad sería ejecutado. Tras la discusión de los hermanos, Remo lo cruzó. Rómulo ejecutó la clausula. Más bien parece una lucha de gladiadores, pero esa los palos rojo y azul). Lógicamente estos hechos son parte de la leyenda sobre la fundación de Roma. Independientemente del momento y la forma en la que surgió la ciudad, la realidad es que entorno al río Tíber surgió primero una poderosa ciudad, ROMA, que poco a poco se fue haciendo grande y conquistó todos los terrenos que la rodeaban. Toda la península italiana de forma rápida. Posteriormente fueron cayendo  los terrenos que daban al mar Mediterráneo. De ahí viene su nombre, Mare Nostrum. Desde finales del siglo I a.C. El imperio romano consiguió tener bajo su posesión todos los terrenos que daban a este mar.

  Con el paso de los siglos los romanos se fueron asentando e imponiendo sobre el resto de sus enemigos. Su sistema se basaba en la expansión territorial, en el botín que conseguían con esas conquistas y en los esclavos,la mayoría capturados en las expediciones militares. Desde el siglo I d.C. Roma ya tenía definidas sus fronteras y se dedicó a defenderlas. Siempre se ha dicho que mejor la mejor defensa es un buen ataque, razón por la que poco a poco el sistema romano se estaba colapsando y los problemas internos iban en aumento. Problemas económicos, guerras  civiles, asesinatos de altos cargos, aumento descontrolado de los impuestos e incapacidad de gobierno de muchos de sus emperadores ( a excepción de los asesinatos y las guerras, acabo de describir la España actual) El esplendor romano se iba apagando lentamente. El español lo hizo hace muchos siglos.

 Todas estas acciones no pasaron desapercibidas por los pueblos vecinos de los romanos, sobre todos los situados al norte de Europa, conocidos por los propios romanos como pueblos Bárbaros ( bárbaros no era entendido por Roma solo como brutos o bestias, bárbaros procede del Latín Barbaroi, que significa extranjero, aunque también rudo, descuidado.

  A esto hay que añadir que el cristianismo, antes duramente perseguido por los romanos, estaba penetrando en todas las capas de la sociedad. La inestabilidad era tal que el emperador Constantino fundó en el año 330 la ciudad de Constantinopla, ciudad realizada a imagen y semejanza de Roma sobre la antigua Bizancio. Constantino, el emperador que en el año 313 había concedido libertad religiosa ( incluso dicen que llegó a ser bautizado bajo el rito cristiano) trasladó la capital de su imperio a esta ciudad situada en el Estrecho del Bósforo ( en la parte europea). Pocos años después, concretamente a la muerte del emperador Teodosio en el año 395, el Imperio Romano fue dividido en dos zonas diferentes para proteger mejor sus fronteras. Por un lado está la zona occidental, conocido como Imperio romano de occidente, con capital primero en Milán y luego volvió a Roma. Esta parte del Imperio englobaba la zona europea. La otra división y con capital en Constantinopla se  denominó Impero romano de Oriente. La primera zona se la quedó Honorio, hijo de Teodosio y hermano menor de Arcadio, que se quedó la zona de Oriente. 

  Una vez disgregadas las dos zonas, será la oriental la que siga evolucionando mientras que el caos será cada vez más evidente en la occidental. Finalmente los godos en el año 476 depusieron al último emperador romano, Rómulo Agústulo y acabaron con el poder de los latinos. Es curioso que según la leyenda el primer Rey fue Rómulo y el último emperador también se llamó así.

  La zona de oriente se quedó libre de estas invasiones y siguió existiendo durante 1000 años más bajo el nombre Imperio Bizantino. Poco a poco y con el paso de los años la influencia romana se fue diluyendo a excepción del reinado de Justiniano (527- 5659 que intentó y casi consiguió unificar bajo su poder todos los territorios de la antigua Roma.

 Será el mundo griego, el que aunque había sido absorbido por los romanos, ejercerá cada vez más influencia en Constantinopla, ciudad esplendorosa dado el inmenso comercio que cruzaba frente a sus costas adentrándose en el mar Negro. Fruto de esta influencia será la sustitución del Latín por el griego como idioma oficial y la separación de la Iglesia Católica  por la Ortodoxa. 

  Los principales rivales de los bizantinos serán los propios pueblos germanos, que acabaron con sus hermanos romanos, por el norte. Por el sur, su principal amenaza será el mundo islámico.

  El Islam, la conocida religión monoteísta ampliamente distribuida por todo el mundo, no existía antes del año 600 de nuestra era. El fundador de esta religión fue Mahoma, un comerciante árabe que vivía en la Meca. Si, era árabe antes de crear la religión musulmana, puesto que el término árabe hace referencia a los habitantes de la península de Arabia, nada tiene que ver con los musulmanes, que es con el término bajo el que se conoce a los seguidores de la religión islámica. 

  Pues bien, Mahoma, una vez que se casó  con una viuda adinerada recibió la llamada de su Dios, concretamente llamado Alá y comenzó a predicar una nueva religión, el islamismo. El profeta islámico no lo tuvo fácil. De hecho, en su ciudad natal, llena de adinerados comerciantes politeístas  , esta religión donde se debían someter a un único Dios, no caló hondo. El propio Mahoma huyó en el año 622 de la Meca hacia la ciudad vecina de Medina. Esta huida, conocida como la Hégira, marca el inicio del calendario musulmán.

  Desde este momento y una vez que el profeta se encontraba instalado en la ciudad de Medina comenzó lo que a día de hoy, casi 1500 años después no han acabado, la Yihad o guerra Santa, que no es más que, al considerar que los no musulmanes son infieles, pues hay que someterlos  Antes pasa, pero esos argumentos a día de hoy quedan algo desfasados, pero allá ello s y su guerra Santa. 

  Volviendo a Mohammmed ( Mahoma escrito en árabe) 8 años después de salir a uñas de caballo de La Meca, volvía triunfante y la conquistaba en nombre de Alá. Desde aquí el mundo islámico no dejo de extender su dominio. Primero por África, luego por parte de Asia, hasta intentar  penetrar a Europa por España, donde poca oposición tuvieron en los visigodos hispanos. Europa ( que no España) se salvó de Alá gracias a que un mayordomo de palacio franco ( una especie de Primer Ministro. El Sarkozy medieval) los derrotó en la batalla de Potiers en el 732. 

 Los descendientes de Mahoma, convertidos ya en Califas ( líderes políticos y espirituales) fueron conformando una religión muy restrictiva y prohibitiva con sus fieles. Todas sus normas y formas de vida quedaron recogidas en su libro sagrado, el Corán. Que si rezar 5 veces, pasar hambre durante el día en el mes del Ramadán para inflarse a comer por la noche, prohibirles tomar bebidas alcohólicas  Lo del cerdo es posterior al Corán. Supongo que lo añadieron como nota al pie de página.

 Pues bien , será uno de los pueblos que nacieron bajo esta religión, los turcos, los que acabaron allá por el año 1453 con el dominio bizantino y por ende, con el último vestigio romano, claro sin contar a Berlusconi, digno sucesor de algunos emperadores romanos.
 

jueves, 12 de septiembre de 2013

La dudosa independencia de Cataluña

Recuerdo como hace unos meses un alumno me preguntaba  que por qué los catalanes estaban tan movilizados a favor de la independencia, cuando yo les había explicado que el País Vasco llevaba muchos más años con los movimientos y no habían conseguido nada. Además no se preveía que consiguieran en el futuro inmediato más autogobierno del que tiene ahora mismo. La verdad es que es una buena pregunta que a lo largo de esta entrada voy a responder.

  Es cierto que el nacionalismo vasco lleva muchos más años funcionando que el catalán y que los vascos tienen mayor grado de gobierno propio que el resto de comunidades, pero últimamente están muy calmados en cuanto al independentismo se refiere, ahora son los catalanes que en los dos últimos años están haciendo mucho ruido y centrando portadas e informativos.

 Retrocedamos unos años. Hace una década el nacionalismo catalán estaba reducido a un partido político, Esquerra Republicana de Cataluña dirigida por Carod Rovira. Este personaje, algunas veces maleducado con el resto de españoles, se encargaba de hacer mucho ruido (era parlamentario nacional) pero poco más. Su partido era seguido por una minoría en Cataluña ( si bien es cierto que en algunas ocasiones, de forma sorprendente, consiguieron bastantes votos). El resto de partidos catalanes simplemente reclamaban más autogobierno y sobre todo, más DINERO. EL dinero siempre ha llevado de cabeza a los catalanes ( y al resto de comunidades, pero se han quejado menos). Hasta ese momento el nacionalismo independentista estaba bastante controlado y, como dije antes, seguido por una minoría. Será en los últimos años cuando unas circunstancias, en mi opinión, muy concretas, las que han provocado que surja una masa de nacionalistas que realmente no saben ni lo que quieren.

  Parte de estas circunstancias vienes provocadas por una nueva oleada de políticos encabezados por el presidente de la Generalida Artur Más. Este personaje es el presidente de un partido político, Convergencia y unió (CIU) ( realmente son dos partidos unidos), un grupo político catalanista, que siempre ha exigido muchísimas mejoras para esa comunidad, pero nunca hablaban de independencia ni nada parecido. Pues bien, ahora si que hablan de ello, pero ¿Realmente es lo que quieren ?

  Yo dudo mucho que el presidente Más llegase al gobierno catalán con esa aspiración independentista, pero al final no le ha quedado otra que seguir por ese camino. Él, cuando ganó sus primeras elecciones, no habló de independencia ni de derecho a decidir. ¿Entonces por qué han llegado a ese punto? Pues sencillo, mezcla de oportunismo político y crisis económica.

  Como todos sabemos desde el 2008 tenemos instalada en España una crisis que se niega a marcharse. Por esos años cataluña andaba defendiendo el estatuto que había firmado con el gobierno de Zapatero y que por lo que decía el PP era muy liberal para Cataluña. Es decir, se encontraban defendiendo una reforma de un estatuto que se había realizado dentro de los cauces constitucionales. Pues bien,  cinco años después piden la segregación de España. 

  Dentro de esa crisis, el presidente Artur Más ha tenido que hacer, como el resto de administraciones españolas, numerosos recortes  para intentar lidiar con la crisis. De todos es sabido que los recortes sociales llevan consigo un gran desgaste para los políticos y lleva en muchas ocasiones a perder elecciones, lo más temido por los políticos. Artur, muy hábil, comenzó a intentar salvar su cabeza política diciendo que Cataluña está en crisis debido a que el Estado español le da menos dinero del que le corresponde. Por este motivo comienza a pedir que debe realizarse un pacto fiscal con Cataluña para que les den más dinero. Lógicamente y ante la crisis nacional, el gobierno central no quiere ni oir el tema. Artur Más, utilizando la política decide dar un giro de tuerca y comienza a hacer propaganda anti-española. Según él, todos los males catalanes tienen su origen en la opresión que el Estado español les provoca. Esto, y lo sé de buena  tinta, va generando un que comience a brotar el oido en ciertos sectores sociales hacia España. Sectores que antes se sentían catalanes y españoles, ahora, por un tergiversación intencionada de sus políticos oportunistas se sienten menos españoles y más catalanes, cosa que confunden con la independencia. Se dejan llevar. 

  Los partidos nacionalistas, antes minoritarios ven en esta estrategia política del presidente su caldo de cultivo para ganar adeptos nacionalistas. 

  La crisis sigue campando a sus anchas. Más recortes llegan a toda España, a Cataluña también. Artur más, que tenía el gobierno asegurado hasta 2014, comienza a dudar de la reelección en esa fecha., pero para su fortuna ocurre un hecho que le hace coger una posición más independentista. El 11 de septiembre de septiembre de 2012, en la celebración del día de Cataluña (la famosa Diada) todo ese rencor sobre España que estaban creando los políticos, sale a la calle a protestar. Muchos pedían la independencia, otros muchos pedían respeto a Cataluña dentro de España y otros celebraban el día de Cataluña. Y es aquí donde el presidente, que veía que por los problemas económicos perdía las elecciones, daba otro inesperado giro. Decía que el pueblo catalán clamaba por la independencia y que había que convocar elecciones y que el nuevo parlamento catalán iniciase los pasos para separarse de España. Esto no es más que una argucia política. Veía que los catalanes estaban encrespados por los recortes, el gobierno catalán hablaba de mal reparto de la riqueza, que ellos dan más de lo que reciben. Pues Artur Más adelanta las elecciones. Él se convierte en el adalid de la independencia y espera ganar de esa forma unas elecciones que tenía perdidas ( y por eso, ante esta situación las adelanta dos años) Luego, supongo que intentaría suavizar, con el nuevo mandato bajo el brazo su catalanismo y sacar más dinero del Estado central ( creo que está en esa fase).

  Esas eleccioones anticipadas son vencidas con mucho más sufrimiento del esperado por CIU y  su presidente Artur Más a la cabeza. El reto independentista ha sufrido un revés. Artur esperaba una aplastante vistoria para tener mayoría absoluta. No lo consigue. En el fondo le había salido bien la jugada. Él mismo decía que para seguir con "la hoja de ruta hacia la independencia" debían conseguir una aplastante mayoría. Por lo tanto él creía que ahora algún partido catalán lo apoyaría, sería nombrado presidente y el Estado español, temeroso de Cataluña, le daría el tan ansiado pacto fiscal ( más dinero). Una jugada política y económica maestra.

  Pero por desgracia para todos, la jugada de ajedrez del señor Más no salió así. El resto de partidos catalanes le dieron la espalda ( ninguno confiaba en él) a excepción de los independentistas de Esquerra. Ellos ven en esta coyuntura su caldo de cultivo ideal. Artur Más, obligado por las circunstancias tuvo que pactar con los radicales catalanes. Era la única forma de gobernar. Estos radicales le exigen para ayudarlo a gobernar, que en 2014 convoque un referendum sobre la independencia en Cataluña y que tras este plebiscito se declaren Estado libre. Artur, cegado por el poder, aceptó este órdago y bajo sus impredecibles efectos nos encontramos. 

   Es verdad que cada vez hay más personas que piden la independencia, todavía no una mayoría, pero sí muchísimos. Creo que algunos de ellos confundidos, otros engañados por las promesas económicas y algunos convencidos, pero es un tema que por una cuestión de oportunismo político se nos está yendo de las manos y cada vez las posturas se están radicalizando más. Hay que dialogar. Es mejor estar todos juntos. Nos interesa a todos. Además que si realmente se preguntase en otra coyuntura económica favorable a los catalanes, la mayoría no querría irse, pero en época de crisis, todo se magnifica y no se ve más allá.

 Volviendo al principio, los vascos están más tranquilos porque ellos si controlan la totalidad de sus recursos económicos, ellos no aportan nada a las arcas centrales. Por este motivo no poden ir más allá. Saben que no les interesa porque perderían el lugar donde vender sus productos, el resto de España. Por otro lado al estar dentro del Estado español tienen libertad económica en la Unión Europea. Si fueran Estado propio no pertenecerían a Europa. Menos dinero para ellos. Pues bien, sencillamente los catalanes quieren esto. Todos sus recursos para ellos y que España se meta poco con ellos políticamente, pero si beneficiarse de las condiciones internacionales y acuerdos de España, del ejército español y de las infraestructuras españolas. Dinero puro y duro.