sábado, 28 de marzo de 2015

Un último suspiro

Es desgarrador levantarse una mañana y enterarte que ha sucedido un accidente de avión. El corazón se encoge y rápidamente te solidarizas con las familias que han perdido a sus seres queridos y con los propios fallecidos puesto que ese sufrimiento de saber que vas a morir tiene que ser sencillamente insoportable.

 Las noticias se fueron sucediendo. Un avión con 150 personas abordo se estrella por causas desconocidas en los Alpes. Rápidamente las autoridades francesas, a tenor de las primeras informaciones que tienen señalan que no hay supervivientes.

  En ese momento te das cuentas de que realmente la diferencia entre la vida y la muerte son detalles, un fallo en un motor, la congelación de alguna sonda, etc. fallos que pueden ocurrir cuando te subes a un avión a pesar de que sea el medio más seguro estadísticamente. Pasan las horas y sigues teniendo en mente ese desgraciado accidente y más si cabe por doble empatía. Todos cogemos alguna vez un avión y por otro porque somos seres humanos y lo que ha ocurrido es una desgracia ( y el hecho de que 50 de esos pasajeros eran españoles ayuda también).

  Bebés, niños, adolescentes, adultos, ancianos. Vidas rotas, familias sesgadas.

  Faltan palabras para describir un suceso de ese tamaño  y la marca que dejará en la Historia de  esas familias.

  Siguen pasando las horas. Se recupera una de las cajas negras, la que graba las conversaciones de los pilotos. Y, aunque parezca que esto es una película, los investigadores tienen casi descartado que se haya producido un accidente. Las grabaciones indican que en 10 minutos antes del impacto el piloto dejó la cabina y nunca volvió a entrar.

 Todo hace indicar, que el copiloto, cerró la puerta y activó voluntariamente el descenso del aparato. Durante 10 eternos minutos ( todo según las grabaciones de cabina) el piloto intentó regresar a la cabina sin éxito, puesto que el copiloto cerró por dentro. La torre de control que detectó el descenso intentó ponerse en contacto con el copiloto alemán hasta en tres ocasiones. Silencio. Solo la respiración del copiloto.  Solo al final de la grabación los pasajeros ya conscientes de su desenlace gritan de pánico mientras que el piloto intenta derribar la puerta blindada. La cabina permanece en un inquebrantable silencio. Silencio macabro solo roto por el estruendo final.  Lo último registrado ( según la fiscalía francesa) es la respiración del copiloto, una respiración tranquila y sosegada que acaba con la vida de 149 inocentes, cuyo delito ha sido ponerse en manos de un desequilibrado.

  La policía alemana, investigando al copiloto, empieza a atar cabos. Problemas de depresión, obsesiones con volar. Ahora parece que también tenía problemas de vista y eso podría acabar con su carrera.

 Lo que más duele es que un exnovia suya haya declarado que hace unos años el copiloto le dijo que iba a hacer algo muy sonado y que su nombre siempre será recordado. Eso no lo dice un desequilibrado ni una persona con problemas, lo dice un asesino ( siempre y cuando se confirmen todas las  pesquisas)

 En un suicidio muere la persona. Cuando estrellas un avión, no es suicidio, ese asesinato. No mencionemos su nombre. No hagamos lo que él quiso. Simplemente recordemos a esa pobre gente que tuvo la desgracia de caer en las manos de un criminal.

 Descansen en paz.

 

Definitivamente estamos perdiendo el norte 2

Siguiendo con los desmanes de Hacienda, hay dos apartados que me dejé para la segunda entrega del serial de Hacienda. Para este ministerio CASI TODO EL MUNDO somos simplemente números.

   Un caso flagrante es el que salió a la luz la semana pasasa, cuando se ha sabido que la Agencia Tributaria le exige a un niño de 5 años los 17000 € que debía su padre antes de suicidarse.(lea la noticia completa)Ese pobre niño es un número más. La historia es algo dolorosa. Un hombre ve como su negocio se hunde, le quitan la casa y se quita la vida dejando a un niño de 5 años huérfano. El  el impacto de esa muerte ya tiene que tener la suficiente penitencia para ese pobre niño, pero los ordenadores del ministerio de Hacienda han detectado que se deben 17000 € y como el niño es el heredero de su padre, pues nada, antes de entrar a primaria, Hacienda ya le exige el pago de esa cantidad de dinero.

    No creo que los trabajadores de Hacienda no tengan corazón, puesto que cualquier persona en sus cabales intentaría arreglar eso de otra forma, pero como simplemente somos números, al niño le toca pagar. A día de hoy y por lo publicado en diferentes medios, la madre no tiene derecho a pensión porque ya están pagando esa deuda. Vuelvo a reafirmarme... Estamos perdiendo el Norte.

  Hago esta afirmación por una sencilla razón y es que lógicamente el niño hereda lo de su padre sean deudas o millones, pero debería haber alguien que se encargue de analizar los casos uno por uno y vea que eso, aunque lo dicte la ley, es inmoral e inhumano. En otros casos, por eso no todos estamos tratados con el mismo rasero, si que hay alguien que se preocupa de otros, pero de otros  de su condición. Si estuviéramos en la Edad Media y Moderna hablaríamos de  nobles. Ahora solo hablamos de los que tienen el poder y es que ese mismo ministerio de Hacienda ha justificado las comisiones ilegales del PP ( de las que hablé en la anterior entrada. Definitivamente estamos perdiendo el norte I) diciendo que no deben pagar por ellas porque el PP hace una labor desinteresada hacia la sociedad al estilo CÁRITAS.  Y son palabras textuales. Hacienda compara y equipara al PP con CÁRITAS. No tengo nada que añadir puesto que queda claro quién es quién en esta partida de ajedrez.

  Yo solo digo que si el PP y CÁRITAS  es lo mismo, están tardando en mandar un sobre de esos que ellos usan con 17000€ y ayudar a que la vida de ese niño de 5 años no sea más dura de la que ya lo va a a ser al perder a un padre con esa edad.

miércoles, 25 de marzo de 2015

Definitivamente estamos perdiendo el norte

Hace unos años los gobiernos de España promocionaban la lucha contra la evasión fiscal con el famoso slogan "Hacienda somos todos", pero realmente y por lo que se está demostrando en la últimas fechas, ni Hacienda somos todos, ni se preocupa de todos por igual. Se nos ha ido la cabeza y parece que no sabemos como retornar a la cordura.

  La semana pasada me sobresaltó una noticia relacionada con la investigación que el Partido Popular está sufriendo por la supuesta contabilidad B ( las supuestas comisiones ilegales que recibe de empresas y que no constan en ningún sitio). Pues bien, el juez instructor del caso, Pablo Ruth ha pedido a Hacienda un informe sobre algo más de 200.000 € que el PP recibió ilegalmente.  Hacienda ni corta ni perezosa le remite un escrito diciéndole al juez que el PP no ha cometido delito fiscal puesto que las comisiones ilegales están exentas de tributar a Hacienda. Las"comisiones ilegales". Repito, "las comisiones ILEGALES".

   No salgo de mi asombro. Lógicamente no deben tributar porque son ilegales, por lo tanto deberían juzgarlos por esas por cobrar esas comisiones. Pero lo peor del caso es que en la cúpula del PP lo ven como una victoria, ya que ellos no han defraudado al fisco,ya que claramente Hacienda les ha dicho que no deben pagar nada por ese dinero.

  La inmoralidad se ha adueñado de nosotros. Ya lo que es ilegal parece que queda en un segundo plano. Ministerio tras Ministerio se tapan unos a otros, pero tú no pagues una multa, que te embargan hasta la pelusa de los bolsillos, pero ellos, pueden recibir comisiones ilegales, que esas no pagan al fisco.

martes, 17 de marzo de 2015

Montoro carece de lo que predica


La Fiscalía investiga por prevaricación un despacho que Montoro fundó en 2006

El ministro  de Hacienda Cristóbal Montoro lleva unas semanas excesivamente callado. El adalid de la transparencia económica, el superhéroe de la lucha contra el fraude y del cumplimiento de las reglas de juego está siendo investigado por presunto trato de favor hacia una de sus empresas privadas. 

  Ordenemos los acontecimientos. Montoro creó un despacho de asesoría económica, donde supuestamente asesoraban a empresas, entidades y otras organizaciones, entre las que destacan ciertas entidades ligadas con el Estado. Hasta aquí todo normal. El problema viene que desde que el ministro se hizo con la cartera de Hacienda, su despacho ha incrementado su volumen de trabajo en más de un 100% . 

  Por lo que avanzó ayer el periódico el País, puede que parte de los trabajos encargados a esa entidad privada provengan del propio gobierno, que en sí no es delito, pero hay que analizar si esas adjudicaciones han seguido los cánones establecidos en la ley o no, es decir, si han salido ha concurso público o no. 
  Los mismos colaboradores de Montoro ya han afirmado que no se ha producido ningún tipo de acción delictiva y que muchos de esos trabajos ( valorados en millones de Euros) no tenían que salir a concurso público, por lo que se podían asignar a dedo.
 Pues bien, al no ser juez ni fiscal, no me meto en ese asunto, pero en la moralidad si. Si este ministro de los recortes y supuestamente de la transparencia inició una campaña en contra de Monedero por sus contratos de asesoría internacional y de cómo,aprovechando la ley, pagó menos de lo que Montoro quiso. El problema según el ministerio de Hacienda era que Podemos propugna solidaridad y se quejaban de que el dirigente de Podemos había realizado ingeniería financiera  (legal) para ahorrarse unos euros en impuestos.

  Ahora parece que Montoro, sin saber aún si hay delito o no, puede haber usado sus influencias para que su empresa se vea beneficiada por contratos millonarios. No será ilegal, pero no es lo que van predicando porque si eso es así, sin caer en la prevaricación ( aprovechar su cargo para favorecer a particulares) puesto que podían enviar esos contratos a la empresa que quisieran  ( o por lo menos es lo que dicen) han hecho lo que ellos tanto han criticado. 
 Espero que con esto ellos mismo aprendan a callarse y a dejar a la gente vivir en paz puesto que por lo que parece ellos tienes mucho por lo que callar.
 Mientras, la clase trabajadora nos vemos obligados a verlos día tras día pidiendo esfuerzos para salvar al país. Montoro tiene una empresa privada que se lleva contratos públicos a dedo y que factura más de 6 millones de euros al año. Nada más que añadir. Nos vemos en las urnas.