jueves, 17 de diciembre de 2015

Los altibajos de Podemos y Ciudadanos



Que el bipartidismo esté muerto, tocado, hundido o simplemente herido, es algo que las urnas aclararán el domingo y los analistas nos explicarán con detalles "partidistas" desde ese mismo día. Otra cosa es que  en la recta final de la campaña analicemos, en base a las encuestas y al propio discurso de las fuerzas políticas, si se podrían cumplir su expectativas o no. Aviso, estos son meras especulaciones  a tenor de las últimas encuestas disponibles.

  Los partidos que pueden romper la hegemonía del PP y del PSOE desde el año 1982 o no existían hace un año, o estaban centrados en un territorio concreto. Podemos, que se formó hace algo más de un año al son del 15M, vio subir como la espuma sus aspiraciones. Pasó de no existir, a figurar como el partido con más proyección a principios del presente año. En las encuestas aparecía su líder como presidenciable. Todos empezaron a verlos como un enemigo. Ahí empezó la caza contra ellos. Que si Errejón no cumplió un contrato de 1800 euros, que Monedero tenía mucho dinero para ser de izquierdas, que esto iba a ser como Venezuela...Había que acabar con ellos. La Gürtel, Bárcenas y compañía no eran importantes al lado de esas cosas de Podemos. Increíble. Los ERE de Andalucía, minucias. Puedes criticar programas y propuestas, pero solo centrarte en buscar trapos sucios cuando tu armario está revienta, es de ser político pequeño. Superado esto, Podemos comenzó a descender, recibiendo menos votos de los esperados en la elecciones andaluzas y catalanas. Se enfrió el movimiento. Solo el domingo se sabrá si han conseguido remontar o no, pero difícil parece que pueden gobernar, algo que sí pensaban a principios de año.
  La evolución de Ciudadanos ha sido distinta pero con ciertos paralelismos generales. El partido de Rivera nació allá por el  2006 en Cataluña para responder a los catalanes que se sienten españoles como el que más y que empezaban a ser ninguneados en la comunidad autónoma. La idea de la formación naranja era asentarse en Cataluña, pero las circunstancias han provocado que se les quedase pequeña. Al principio el crecimiento de este partido fue discreto, pero que un partido nacido en Cataluña consiga medio millón de votos en las elecciones andaluzas y superase a Podemos fue toda una sorpresa para todos, incluidos los dirigentes de la formación naranja.

  En las autonómicas de mayo siguieron con su ascenso, entrando en todos los parlamentos autonómicos y siendo el partido bisagra en la mayoría de ellos. Desde mediados de octubre colocaban a su líder, Albert Rivera, como presidenciable, pues las encuestas lo situaban al nivel del PP y del PSOE, mientras que Podemos se iba descolgando.

 Ya metidos en el sprint final por la Moncloa, parece, a tenor de las últimas encuestas, que las expectativas de Ciudadanos se van desinflando, al contrario que las de Podemos, que parece que ha llegado más en forma a los últimos metros de la carrera. A Ciudadanos le está pasando lo que le ocurrió a Podemos a principios de año. El resto de partidos lo han visto como un rival y muchos de sus ataques en esta campaña se han centrado sobre ellos. Tampoco ha ayudado mucho algunas de sus propuestas donde los rivales han encontrado un filón para atacar, como su idea de igualar las penas por violencia de género entre hombres y mujeres o la función de los docentes.








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