Todo empezó cual verano normal en un barco capitaneado por Florentino. El culebrón del verano no era otro que el ex-atlético De Gea. Cuando el fichaje estaba más que listo y todos los papeles ordenaditos, falla el fax de las oficinas de Concha Espina y unos por otros la casa sin barrer. De Gea se queda en Manchester. Navas, portero que era la piedra de cambio hizo olvidar pronto este extraño suceso con sus paradas y sus récords de imbatibilidad.
La siguiente parada en el aciago curso blanco salta a la luz una semana antes del primer clásico. Benzemá es acusado de participar en un chantaje a un compañero de selección. Notición. El delantero centro del Madrid solicitado por la justicia gala. Malo. Los peores presagios se confirman cuando el Barcelona pasa por encima de los vikingos en el clásico. 0-4. Para olvidar. La crisis se instala en Madrid. Todos, incluida la directiva quedan en el ojo del huracán. Las lesiones no ayudan. Una quincena de roturas fibrilares desde septiembre. El tuerto sigue al acecho. Tuerto que no tiene otra que quitarle el primer título al Madrid. Cheryschev, que había recibido tres amarillas la pasada temporada, es alineado en el campo del Cádiz en la primera eliminatoria de la copa. Alineación indebida puesto que debería haber cumplido la sanción en ese encuentro. Más de 600 millones de € de presupuesto y nadie se percató de que el jugador que abrió la lata en la ciudad andaluza no podía jugar ese partido.
Nadie sabe si esto será eterno o simplemente ha sido un paso atrás para coger impulso, pero las aguas bajan revueltas por Madrid y nadie sabe si es el tuerto o hay algún responsable más allá de la superstición y la brujería. Al final de temporada llegarán las valoraciones.
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