Ronaldo encarrila el pase a cuartos

Volvía la Champions y con ella ha vuelto la mejor versión de Ronaldo, ambicioso como siempre, pero más luchador y enchufado que en las últimas citas, siendo capaz de abrir la lata romana en un partido que estaba peligrosamente atascado hasta el descanso.

Ronaldo celebra su gol con Zidnae

  Un 0-2 como el conseguido por los blancos en una eliminatoria de la extinta copa de Europa podría indicar mucha superioridad, que la hubo, pero tampoco en exceso. La Roma es un buen equipo, sabe a lo que juega y lo hace bien ( por esto va tercero en su liga) pero está un par de escalones por debajo de los de Chamartín. En la primera mitad consiguieron aguantar a los visitantes con mucho orden  en defensa y saliendo rápido a la contra, arropados por unos tiffosi entregados a la causa. Pese a esto, fue Marcelo el que tuvo la mejor ocasión para marcar, pero su disparo salió  rozando el palo romano.

 Tras el descanso salió la Roma a presionar más arriba, buscando hacer daño con el control de balón, pero esta no es la virtud de los italianos, por lo que el partido se descontroló más.  En el intercambio de pegadas, el Madrid fue superior y se sintió mucho más cómodo. Había más espacios para correr. Fue en una de esta galopadas cuando Ronaldo mandaba el balón a la escuadra. El posterior abrazo con Zidane del astro luso dejaba a las claras que ha cambiado el ambiente del vestuario con el nuevo entrenador. No me veía a Ronaldo haciendo esto con Benítez.
 Pudo empatar la Roma en alguna jugada aislada o algún corner, pero el Madrid supo leer el partido y Jesé, en los albores del partido hacía el segundo y deja la eliminatoria casi sentenciada, salvo susto de última hora en la vuelta de Madrid.