Cuando el tres vale más que el dos

Esto no va de números  ni de juegos de cartas, va de política moderna. Moderna porque en el enrevesado panorama político español los políticos se han empeñado en complicar aun más el juego. Llevamos desde el 20 de diciembre con gobierno provisional y es ahora cuando los partidos se han sentados a negociar, pero con demasiados tabús y con unas líneas rojas totalmente polarizadas.

  Al PP le costó reconocer que no estaba en disposición para formar gobierno.No veo que  nadie vaya a apoyar a un partido que día tras día se ve salpicado  por casos de corrupción. Rajoy, por lo que él mismo ha contado, le ha rechazado dos veces al rey el ofrecimiento de este de formar gobierno como partido más votado en la primera sesión de investidura. La patata caliente por tanto le ha ido al segundo partido más votado, el PSOE. Hasta aquí todo es inédito, pues nunca el partido más votado se había negado, pero es que nunca un partido con menos de 100 diputados estaba en busca de formar gobierno.

 Pero ya lo más inaudito de todo es la irrupción de PODEMOS. Es verdad que han traído aire fresco en la anquilosada política española, que se están convirtiendo en un  auténtico azote para la izquierda y la derecha, pero en ciertos aspectos creo que se están equivocando y Pablo Iglesias no está siendo coherente. Hace unas semanas se desmarcó con unas sorprendes declaraciones donde se ofrecía para formar gobierno con el PSOE ( antes incluso que el rey le ofreciera a Pedro Sánchez esta atribución), se titulaba como vicepresidente ( con amplios poderes) e incluso repartía carteras ministeriales entre sus filas, y eso que eran casta.
  Esta semana me ha sorprendido aun más puesto que ya no solo sigue pidiendo esos cargos antes de sentarse a negociar, sino que ha presentado el programa de gobierno de Podemos, con medidas de aumento de gasto público, leyes y reformas...al más estilo candidato a la presidencia que la tercera lista más votada a casi el doble de distancia de la que más voto ha obtenido. Un poco de paciencia Pablo, que estás demostrando demasiada ansiedad por llegar a la Moncloa y cada vez hablas lo haces ya como vicepresidente y aun no has negociado con nadie por tus famosas líneas rojas.