Encadenar dos eurocopas y un mundial no es nada fácil, de hecho, es la única selección que lo ha conseguido, pero todo se acaba y no siempre de la mejor manera. Gracias a Vicente Aragonés, ya fallecido, España se creyó eso de que podía ganar y venció en la Euro de 2008. Al "sabio de hortaleza" le sustituyó Vicente Del Bosque, que continuó con la senda de victorias. Un campeonato europeo y uno mundial lo convierten en el entrenador más laureado del fútbol español.
Caballeroso, demasiado políticamente correcto y alejado del ruido mediático, son algunas de las características del antiguo entrenador del R. Madrid, que tras anunciar su adiós al combinado nacional, ha roto esas premisas al afirmar que la relación con Casillas, capitán de la selección, no ha sido del todo buena tras la suplencia del de Móstoles en esta eurocopa tras más de 160 partidos defendiendo a "la roja".
El enfado del portero del Oporto, que no está teniendo buenas salidas de los clubes en los que milita, parece radicar no en la suplencia, sino en la falta de una conversación entre míster y portero para darle a conocer esta buena nueva ( mala nueva en el caso del cancerbero). A pesar de que Del Bosque ha reconocido que posiblemente se haya equivocado al no hacerlo, también ha reconocido que nunca les da explicaciones a los jugadores sobre las suplencias y que la actitud del portero quizás no ha sido la mejor hacia el cuerpo técnico.
Sin entrar en valorar quien tiene más o menos culpa, la salida del entrenador, además de los malos resultados, se ha visto empañada ya no solo por el problema con Casillas, sino por el simple hecho de airear ( cuando su carácter siempre lo ha evitado) problemas que deberían haber quedado en el vestuario. He ahí su penitencia.
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