Rajoy e Iglesias dejan en fuera de juego a Pedro Sánchez (I)

Cualquiera que lea este titular y no lea el contenido podría incluso llegsr a pensar, arriegado él al sufrimiento al que somete a su intelecto, que Podemos y el PP se han aliado para gobernar y dejar de lado al PSOE,descabellada afirmación muy alejada de la realidad puesto que ha ocurrido todo lo contrario. Ambos, sin previo aviso, han decidido que debe gobernar el cuestionado Sánchez.

Quién sabe si no son más que movimientos postelectorales con la intención de dañar un pelín más al rival o realmente es parte de la nueva política, pero lo cierto es que esto es nuevo en nuestra democracia. Por partes. El primer movimiento de esta rocambolesca situación llega de manos de Pablo Iglesias, que se ha convertido en el verdadero dinamitador de la política nacional, jugando muy bien con sus golpes de efecto. Tras reunirse con el rey y rodeado de su plana mayor, explica que  le ha dicho al jefe de Estado que está dispuesto a convertirse en vicepresidente de un gobierno presidido por Sánchez, donde Garzón de IU tenga un ministerio y algunos de los colaboradores morados también tengan algún que otro sillón en el consejo de ministros de los viernes. ¡Toma ya! Todo sea por acabar con la derecha, aunque sea juntándose con la famosa "casta", término en el que hasts hace poco, el líder de Podemos incluía a los socialistas.

Que Iglesias pida un asiento, pese a todo, puede ser normal. Es parte del juego y de la preión política. Pues es notoria la guerra interna dentro de los socialistas donde la cúpula rechaza cualquier acercamiento con los que ellos consideran la izquierda radical. El plan Iglesias de acabar con el PSOE sigue su curso.

Eso sí, lo que más a descolocado al PSOE ha sido el movimiento de Rajoy. El presidente en funciones ha rechazado intentar ser investido presidente en la primera sesión de investidura puesto que es conocedor de que nadie, salva los suyos, lo van a apoyar y con eso no va a estar ni cerca. Eso sí, dice que no es que se retire, se echa a un lado temporalmente.

Con todo esto y siguiendo el orden lógico de los acontecimientos, el rey debe encargar intentar formar gobierno a la segunda fuerza más votada, los socialistas de Pedro Sánchez, que ya cuentan de antemano con vicepresidente y ministros.