domingo, 3 de enero de 2016

El Madrid no sabe recortar

Liga BBVA jornada 18

Valencia 2 (Parejo (P) y Alcácer)- R.Madrid 2 (Benzemá y Bale)

Nueva oportunidad por los blancos para acortar las distancias que el Barcelona apuntaló en el Bernabéu.  Tercer empate del líder, que ya no lo es y tercera vez que el Madrid pierde el tren. No se sabe cuántos trenes quedan, si es que quedan, pero la sensación es que esta liga no es blanca.

El Madrid encaraba el partido de Mestalla sabiendo de sobra que el Barca había empatado en Cornellá y que la victoria les ponía con los mismos puntos que los culés, eso sí, los catalanes con un partido pendiente por jugar. Sabiendo esto, salieron concentrados, dominadores del partido en todos los aspectos, incluso pronto se adelantaron con una jugada de tiralíneas entre la BBC. Benzemá remataba un pase de Ronaldo precedido de un taconazo de Bale. Minuto 14. Todo parecía controlado; y así siguió durante la primera media del partido. El Valencia, que no pasa por sus mejores momentos, no veía la forma de morderle a los visitantes.

 Pero como si de un maleficio se tratara, una vez que el partido llegó a la media hora, se desconsoló y empezó un correcalles con ataques furtivos en ambas porterías. El Valencia, apretó espoleado por su generosa afición hasta que un más que dudoso penalti de Pepe fue transformado por Parejo en el descuento del primer acto. 1-1 en el llamado momento psicológico.
Benzemá abriendo el marcador en Mestalla.

 Los blancos, hoy de azul, no se amilanaron y comenzaron la segunda parte bien plantados en el campo y atacando, esta vez sí, con criterio y equilibrio, quizás de forma menos vistosa pues James e Isco hoy ni participaron en un centro del campo poco creativo pero efectivo formado por Kovácic, Kroos y Modric. El primero de ellos fue el encargado de reventar el partido pues en el 68 vio la roja por una dura entrada, roja merecida pero que no debió existir pues vino precedida de un penalti de libro sobre Ronaldo que todo el mundo vio menos los que tenían que verlo, árbitro y secuaces de banderines en las manos.

 La roja antes de espolear a los locales fue un acicate para el Madrid, que tirando de casta y orgullo consiguió, con diez, encerrar al Valencia. Presionó y presionó con Bale en la izquierda y Ronaldo en punta hasta que en el 81 llegó el merecido gol de Bale. El galés , que cuando juega en la banda izquierda gana enteros, cabeceó de bella factura una falta colgada por Vázquez. Era el 1-2. El Madrid se subía al tren de la liga. Solo dos minutos después Alcácer, al más puro estilo revisor, bajó a los blancos del tren. Un fallo defensivo provocó el empate de nuevo.

Con el 2-2 final pudieron marcar los dos equipos, volcados en ataque pues a ninguno les servía demasiado el punto. A falta de un minuto Navas le sacó un mano a mano a Negredo que parecía condenar a los merengues, pero es que acto seguido el balón le llovió a Bale que se plantó en la portería valencianista y mandó el esférico a las nubes. Ahí murió el partido. Quien sabe si la liga blanca, aunque visto lo visto queda mucha tela por cortar en esta liga.

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