Benítez en su presentación con el equipo blanco |
Que el Madrid es un devora entrenadores no es nada nuevo, que Florentino no tiene especial paciencia con la mayoría de los entrenadores ( y más si no son de su total agrado), tampoco es un secreto. La mezcla de ambos es explosiva. En los 13 años que Pérez lleva presidiendo al Madrid ( en dos etapas) han pasado por el banquillo blanco 11 entrenadores, y eso que Del Bosque y Mourinho aguantaron 3 años cada uno.
El futuro del hasta hoy entrenador merengue estaba casi marcado desde el principio pues nunca hubo sintonía con la grada. El haber crecido en la casa blanca no le daba demasiado crédito al entrenador madrileño que lloraba de alegría el día de su presentación allá por el mes de julio. El humillante 0-4 del Barça en el Bernabéu lo dejó muy tocado. La alineación indebida de Cheryshev lo encaminó hacia la salida y el no haber ganado ninguno de los partidos importantes del año lo sentenció.
Los malos resultados, aunque el equipo siga vivo en dos competiciones, han sido parte importante importante, pero la relación con la plantilla, la afición y el propio presidente fueron la puntilla. Según la prensa, ha tenido encontronazos con todos los jugadores, pero se lleva el premio la relación con James, Jesé e Isco. La del colombiano es digna de una telenovela de las que gustan en su país de origen.
Por tanto, la destitución era algo que se vislumbraba desde hacía semanas en el horizonte blanco. Ahora llega Zidane, héroe de la novena y posiblemente último cartucho de Florentino. Quizás el cargo de primer entrenador le llegue pronto. Quizás se convierta en la undécima víctima del "presi". Quizás sea el nuevo mesías.¡Quizás, quizás,quizás!
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