sábado, 25 de enero de 2014

La Gran Guerra. Parte 2. El desarrollo

Segunda parte
  Todos los combatientes, como mandan los cánones nacionales, creían que eran inmensamente superiores al resto de potencias. Pensaban que la guerra sería rápida. De hecho unos de los refranes más extendidos por el bando de la Entente era “vencedores o vencidos, todos a casa por Navidad”. Entendiendo que la guerra comenzó en verano, es lógico que si en Navidad esperaban estar en casa, creían que este conflicto sería rápido. Pero la Historia nos ha dejado  un conflicto lento, sangriento y que creó aun más odio y rencor entre las potencias europeas, sembrando la semilla de la Segunda Mundial.
  La idea inicial de Alemania era invadir Francia de una forma contundente y en poco tiempo. Al principio le fue bien a los alemanes , pero los franceses resistieron y pidieron ayuda a los rusos, que atacaron por la otra parte de Europa a los alemanes. Los germanos, con dos frentes abiertos tuvieron que dividir tropas, por lo que la presión sobre los franceses disminuyó y los galos pudieron salvar la primera bola de partido. La guerra pasó entonces a una velocidad lenta. Surgieron las trincheras y la guerra de posiciones. Ahora los frentes se estabilizaron y eran pocos los avances. La guerra se alargaba.

  Bien es cierto que hubo diferentes intentos por  romper las líneas enemigas como la batalla del Somme y la del Verdún, las dos más sangrientas de este conflicto ( 1 millón de fallecidos en la primera y un cuarto de millón en la segunda), no consiguieron inclinar la balanza por uno u otro bando. Hay que esperar al año 1917 para que la guerra coja un rumbo definitivo. Dos acontecimientos marcarán el inicio del fin del conflicto. Dos acontecimientos encadenados el uno con el otro.  Febrero del 17. Estalla  una virulenta revolución en Rusia. Los rusos llevaban casi 500 años estancados políticamente. El poder lo tenía los zares, dirigentes que gobernaban de forma absoluta y que no contaban con nadie. Los zares, ajenos a los avances que se estaban produciendo en otros lugares, mantenían instituciones prácticamente medievales. Pero ya desde el año 1905 con la primera revolución rusa, se intuía que el pueblo no estaba de acuerdo  y, tímidamente en esa ocasión, pedían libertades. EL golpe definitivo para los rusos llegó en 1917. El ejército de los zares demostró poca capacidad ofensiva, ocultada quizás por ser el más numeroso de todos los que participaron en la contienda bélica. Las tropas desertaban en masa dadas las malas condiciones que estaban pasando. Esto unido al hambre que se había instalado a lo largo de todo el país, provocó una oleada de protestas en el año 1917 que desembocó en la caída del régimen zarista y la instalación del comunismo. La primera reacción que tuvieron los nuevos gobernantes rusos fue la de abandonar el frente bélico. Rusia dejaba la triple Entente. Alemania respiraba.
  Este acontecimiento podría marcar el inicio de la victoria de las potencias centrales, pero desencadenó la entrada de EEUU en la Guerra. Los estadounidenses se habían posicionado como neutrales en el conflicto, pero en la práctica y por tradición histórica estaban claramente alineados con el bloque de los británicos ( los estadounidenses son hijos de la Gran Bretaña). Los alemanes eran conscientes de ello y ya habían advertido de que no dejarían que abastecieran a los británicos. De hecho en el año 1915 un trasatlántico británico, el Lusitania, con civiles estadounidenses a bordo, fue torpedeado por un submarino alemán frente a las costas británicas. El hundimiento fue uno de los argumentos esgrimidos por los británicos para entrar, en el año 17, en la guerra.
  ¿Por qué tardaron dos años en tomar la decisión? No se saben realmente los motivos, pero la Historia y los movimientos políticos de EEUU  (en la Segunda Guerra Mundial hicieron algo parecido) indican que los norteamericanos esperaron a que las tropas enemigas estuvieran desgastadas y tras numerosos informes y espías en la zona podrían vencer y convertirse en los salvadores del mundo. Pues bien, así fue.
                        hundimiento del Lusitania


  EEUU entró en la guerra en 1917. Un año después, concretamente el 11 de noviembre de 1918 los alemanes pedían un armisticio (parar la guerra). Estaban agotados. Los norteamericanos demostraron mucha potencia de fuego en momentos donde los frentes estaban exhaustos. Habían entrado en el momento preciso para conseguir todos los honores. La guerra mundial, la gran Guerra, había acabado. Cuatro años y cuatro meses después, el horror y la vergüenza llegaba a su fin.

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