Pinchos y espinos para un refugiado

El tema de los refugiados es  bastante complejo y de difícil solución, pero no por ello hay que mirar hacia otro lado. Miles de personas están huyendo de Siria ante la atrocidad de un conflicto que dura ya cinco años y se antoja de difícil solución visto todas las facciones que hay en liza.  El país, que está siendo destruido sin piedad, es todo menos un hogar. La cuna de la civilización babilónica ( junto con Irak) se ha convertido en un terreno yermo sembrado de muerte y destrucción. Ante este panorama es normal que la población intente huir para salvar, al menos lo único que les queda, sus vidas.

Columna de refugiados sirios huyendo de la guerra

 Es normal que estas personas quieran llegar a Europa, a la que ven como la tierra prometida, libre de guerras y con la lección aprendida sobre este tema desde los años del nazismo, pero con el examen de los derechos humanos aun pendiente de aprobar. 

  Entiendo perfectamente que para las autoridades sea un problema inmenso el tema de los refugiados, que  se cuentan por cientos de miles, pero lo que no se puede hacer es mirar para otro lado, poner vallas e impedirles que entren en terreno europeo mediante el empleo del ejército. Me sonrojo al ver las imágenes de niños llorando, pasando frío y hambre mientras los políticos europeos, calientes en sus asientos, negocian cuotas de refugiados o dicen que tienen que ver cómo encajar todas las piezas bien antes de actuar ( recuerdo que la guerra lleva ya cinco años, no empezó ayer)

 No soy partidario de distribuirlos a todos sin ninguna medida de control por Europa ( ya hemos visto como uno de los terroristas de París aprovechó esto para entrar en Francia) pero tampoco soy de los que piensan que hay que mirar hacia otro lado. No me gustaría, si tuviera que huir de mi casa, que me recibieran a patadas cuando lo único que buscaría sería un refugio para huir de las bombas. Europa, mínimo, debería acondicionar a estos inmigrantes en campos de refugiados con unas condiciones higiénicas y sanitarias coherentes. No hablo de poner tres tiendas de campaña en medio de un campo encharcado, hablo de construir un lugar digno para que estén a la espera de encontrar una solución en su país o una solución en Europa.

Así recibe Europa a los que piden ayuda.