martes, 26 de febrero de 2013

De héroe a villano

Este título bien podría ser el de una película que opta a uno de los premios Oscar que hoy entregan en Hollywood y seguro que si buceamos encontramos alguna bajo ese nombre.  La  historia que motiva estas líneas no la ha escrito un guionista, es la pura realidad la que ha marcado irremediablemente a un hombre que hace unos meses era considerado un absoluto héroe y ahora, aún teniendo en cuenta  la presunción de inocencia, es acusado de asesinato. Eso sí, envuelto en un halo de intriga que daría algo de combustible a la nave del misterio de Iker Jiménez.

  Sí, estoy hablando de Oscar, pero no del tan ansiado galardón de los cineastas, sino de Pistorius, el atleta sudafricano que se convirtió en todo un mito al participar en unos juegos olímpicos ( ya había participado en 2011 en los mundiales de atletismo de Daegu) con una prótesis en cada pierna y que esta semana ha sido acusado de matar a tiros a su novia.

  Faceta héroe

Oscar Leonard Carl Pistorius nació en la República Sudafricana hace 26 años   y con  tan solo 11 meses perdió las dos piernas ( más o menos a la altura de las rodillas) por haber nacido sin peroné. Esto no le quitó las ganas de superarse a si mismo y pronto se interesó por los deportes atléticos, concretamente por las carreras de velocidad. 

  Provisto de dos prótesis de carbono participó en los juegos paralímpicos de Atenas en 2004. Hasta aquí todo dentro de la normalidad. Pero es desde este año cuando su historia salta a las primeras páginas  de los diarios deportivos. Pistorius quiere participar en unos Juegos Olímpicos. Tras una incesante lucha  consigue que lo acepten para los de Pekín 2008, pero no obtiene la marca mínima y el mundo tendrá que conformarse con los superhéroes del mundo  Marvel, que por ese entonces estaban con la segunda entrega de Spiderman.

  El momento del sudafricano llegó en Londres, ciudad que lo subió al Olimpo de los dioses (a los que supuestamente van dedicados estos juegos y parece que el único que lo recuerda soy yo) y lo convirtió para muchos en un ejemplo de superación y de lucha que debería ser imitado por todos. 45,44 segundos después "Blade runneer" ( como lo llaman los medios anglosajones) entraba a meta en una serie clasificatoria de unos Juegos Olímpicos. Era el día 4 de agosto. El mundo tenía nuevo héroe. Era el primer atleta amputado que participaba en unos juegos. De una forma u otra todos nos alegrábamos por esta muestra de lucha y coraje. Incluso yo, en mi recién estrenada cuenta de  facebook, creaba un enlace hacia esa noticia. Todo era novelesco. 

    Pistorius fue posteriormente eliminado en semifinales de los 400 metros lisos, pero eso era lo de menos. Ya nadie podría bajarlo del Olimpo. ¿O sí?

Faceta villano

  Quizá es demasiado pronto para denominarlo villano. Lo dejaremos en uno de los  dioses del Olimpo investigado por asesinato. Sí, por el asesinato, el  de su novia,  la modelo también sudafricana Reeva Steenkamp,  quien  fallecía en el domicilio que compartía con el atleta.

  Una de las pocas cosas que están claras dentro de este extraño suceso es que Oscar Pistorius mató a tiros a su novia la madrugada del 14 de febrero ( el día de San Valentín  para dar más morbo cinematográfico al asunto) Hasta aquí es un guión de película clásico, más bien de serie B. Novio mata a novia con una pistola. Vale, pero el caso no es tan fácil. 

  Pistorius fue el que, muy consternado según la policía, llamó a las fuerzas del orden. Una vez que llegaron vieron a la novia del atleta muerta en los brazos del propio Pistorius, momento en el que intentó defenderse y explicó su historia, que es aquí donde empieza el lío y por eso lo considero raro. Así que palomitas, refresco ( preferiblemente ligth) y mucha atención.

  Oscar dormía en su dormitorio junto a su chica. Se levantó para cerrar la ventana y escuchó un ruido en el baño. Pensando que podía ser un ladrón cogió de su mesilla una 9 mm y sin arrastrándose por el suelo ( no se puso sus prótesis) llegó al WC, que estaba  cerrado por dentro, y le propinó cuatro disparos a la puerta, acabando casi inmediatamente con la vida de su pareja. Por lo tanto según la versión de Pistorius fue todo un fatal accidente.

  Es ahora la justicia y no yo la que debe dar algo de cordura a todo el asunto, pero que conste que es todo muy pero que muy raro. Y para dar más emoción ahora numerosos medios de comunicación han publicado que si era violento, que alguna vez había pasado una noche en el calabozo por agresión a una mujer en 2009, que un vecino escuchó una fuerte bronca entre la pareja la noche de autos. Todo muy complejo como digo, pero con un olorcillo desagradable. 

  La verdad es que si realmente fuera un guión cinematográfico, que lo parece, en breve tendríamos la solución, pero habrá que esperar a ver lo dictamina el juez. Pero eso sí, el juez podrá decir misa, que el único que realmente sabrá lo que ocurrió en la calurosa madrugada del 14 de febrero en Pretoria ( allí es verano por eso de estar en el hemisferio sur) es el propio héroe-villano que ahora está en libertad bajo fianza hasta que se produzca el juicio.

 "And the Oscar goes to....." Esta Historia no se va a llevar en la gala de esta noche ( ya harán alguna adaptación cinematográfica y espero que no la haga Almodovar, lo llenaría todo de drogas y prostitutas... la realidad dice el manchego para su defensa). Pero para darle más emoción, un policía sudafricano ha dicho que han encontrado sustancias dopantes en el baño del atleta. Otro empujoncito más, si se confirma, para bajarlo del pedestal. Porque afán de superación si tiene, eso no lo niego, pero ya estamos con las trampitas al estilo Armstrong, que ya cayó de su pedestal aunque yo nunca lo subí porque clamaba a los cuatro vientos que era un tramposo- mafioso de cuidado. Otro mito caído. ¿Cuántos más caerán?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu opinión me importa