domingo, 22 de mayo de 2016

La dictadura de la hipocresía.

Vivir en un país donde durante la semana los políticos roban lo que pueden y luego el domingo copan los primeros bancos de la iglesia te hace acostumbrarte a vivir con cierta dosis diaria de hipocresía, pero siempre hay situaciones que te hacen acordarte que no deberíamos pasar ni una. En este caso ha sido el famoso suceso de las esteladas.

  Que conste que no estuve de acuerdo con la prohibición de las mismas por la delegada del gobierno de la Comunidad de Madrid, ni tampoco me alegré cuando un juez las permitió, pues creo que nunca se debieron prohibir pero es que un partido de fútbol no debe ser lugar para confrontación más allá de lo deportivo.
 Es verdad que, pese a no ser una bandera oficial, nadie debería prohibir su exhibición aun a pesar de ser de mal gusto para el resto de España, puesto que la libertad de expresión debería estar por encima de todo. El problema está en la reacción desmesurada de media España a esta medida. Que muchos catalanes nacionalistas echasen fuego por la boca era esperado, pero que tanta gente se rasgase las vestiduras es algo que no entiendo. No entiendo cuando insultan el castellano y nadie hace nada. No entiendo cuando pitan el himno, cuando queman bandera de España y cuando al tendero de la esquina le revientan el negocio por poner el cartel de la fruta en castellano. Cuando la Constitución, nos guste o no, dice que en todo edificio público no entiendo por qué se permite o permitimos que haya cientos de ayuntamientos que no la tienen, pero lo que no entiendo es por qué un adolescente de cualquier región española va a Cataluña a un colegio público y lo separan del resto de sus compañeros para que haga inmersión en catalán y les dé igual que el alumno pierda el curso,,,Por Dios, que estamos en el mismo país. Pues eso, eso es hipocresía, cargar contra la libertad de expresión por el tema de las banderas, pero tragar con todo lo que estamos tragando.

martes, 17 de mayo de 2016

La liga que acabó dos veces ( y con el mismo resultado)

Corría el minuto 48 del Barcelona- Sevilla cuando Piqué, a pase de Suárez ponía el definitivo 2-1 en el marcador. Era la jornada 26  y la liga quedaba vista para sentencia. El Madrid, gran rival, a priori, de los culés, había caído derrotado en casa por el Atlético de Madrid ( 0-1) y se situaba a 12 puntos del líder mientras que los colchoneros, muy dubitativos, se colocaban segundo a 8 puntos de los blaugranas. No pocos fueron los medios de comunicación que dieron la liga por sentenciada porque a esa ingente cantidad de puntos, le empujaba una suficiencia partido tras partido por parte del líder, que los hacía casi invulnerables. Más se hablaba de otro triplete que de las posibililidades de remontar de los dos perseguidores. El Atlético sacaba adelante la mayoría de sus partidos, pero el equipo daba muestras de debilidad ( y eso que venía de doblegar al Madrid de Zidane en el Bernabéu) lo que no hacía apostar por restarle demasiados puntos a los culés.
  El Madrid por su parte, con cambio de entrenador incluido, veía como el efecto Zidane  se estaba diluyendo como un azucarillo. Tras siete partidos en el banquillo blanco, las sensaciones y los doce puntos desventaja no hacían presagiar ninguna oposición al dominio barcelonista. Benítez, el entrenador defenestrado por Florentino, había dejado a los blancos a cinco del líder. La tendencia, por tanto, descendente a todas luces.

 Ante este panorama y pese a ser 26 de febrero, la liga estaba vista para sentencia. Un milagro o una catástrofe, depende del lado del charco, tenía que suceder para que canaletas no celebrara el vigésimo cuarto entorchado liguero y este ( o esta) estuvo a punto de suceder.

  En la jornada 30 el Barcelona, que ganaba 2-0, mostró su imagen más terrenal y se dejó empatar por el ímpetu del submarino amarillo. El Atlético se colocaba a 9 ( perdió contra el Sporting) y el Madrid a 10, lejos aún del sorpasso y con el clásico contra el Barcelona a la siguiente semana, pero lejos de despejar dudas, este clásico trajo algunas dudas a la parroquia catalana, pues ya no solo era importante la victoria 1-2 del Madrid, sino que los blancos fueron superiores y se colocaron a 7 del Barcelona.

Las jornadas 32 y 33 acabaron generando una incertidumbre inesperada, pues el bache culé terminó por evidenciarse y sendas derrotas ante la Real Sociedad y el Valencia dejaban un balance de tres derrotas y un empate consecutivos para los de Luis Enrique que sentían que la liga se les podía marchar. El Atlético les había empatado a puntos y el Madrid se colocó a 1. Volvía a haber liga.

 Desde aquí hasta el final hubo pocos cambios y mucha emoción en las cinco jornadas pendientes. El Barcelona, para alivio de los corazones de sus aficionados volvía a la senda de la victoria y lo hacía con el rodillo activado. 8 goles despedazaron al Deportivo y despertaron a un equipo que parecía hibernando en plena primavera. Ya no volvieron a perder. El Madrid tampoco, que acabó superando al Atlético tras la derrota colchonera en la penúltima jornada contra el descendido Levante.

Una remontada solo culmina cuando el perseguidor se convierte en perseguido, pero el mérito que tienen los blancos y los colchoneros, estos últimos menos, es que el Barca, una liga que tenía ganada en febrero, tuvo que volverla a ganar en la última jornada. El 0-3 al Granada certificaba la 24ª liga culé que incluso tuvo al Madrid como virtual líder en los primeros veinte minutos de la jornada final.Viva el fútbol!!!!!!!!

lunes, 2 de mayo de 2016

Fin de la legislatura del cambio

La XI legislatura, la que muchos calificaron como la del cambio, ha llegado a su fin de forma prematura y por qué no decirlo, estrepitosamente. Los partidos no han sido capaces de ponerse de acuerdo y el puzzle en el que se ha convertido el panorama político español ha quedado sin encajar.

  Si por cambio entendemos que es la primera vez que unas elecciones van a volver a repetirse, pues entonces hablamos de cambio, pero  creo que este no era el cambio que demandaba la sociedad y que parece que poco a ha cambiado. Lo único es que el voto en lugar de repartirse entre dos se ha repartido en 4, incapaces estos de hacer política y quitarse sus prejuicios.

  Una vez acabada esta legislatura se pueden hacer unas cuantas valoraciones. En primer lugar esta breve legislatura será recordada como la de las líneas rojas. Líneas rojas con las que los partidos no paraban de vetar cada una de las reuniones en las que se sentaban, incluso antes de ello. Han existido vetos incluso para las reuniones, donde algunos han sido incapaces de sentarse si iban miembros de otros partidos. Una desdicha.

 Algunos se han llenado la boca al decir que había que desalojar de la Moncloa a los que impedían el progreso del país. Los mismos que han sido incapaces de negociar sobre las necesidades reales de cambio pensando únicamente en dar el sorpasso al PSOE, pensando en nuevas elecciones desde el mismo momento en el que se cerraron los colegios electorales allá por el 20D. Por otro lado están los moradores de la Moncloa, que, con el único argumento de que fueron la fuerza más votada, no debían hacer nada  sino esperar a que el resto no se entendieran y ver si "sonaba la flauta" con su gran coalición. Muy poca política para un partido que se considera el adalid de la economía española y que fue votado por más de 7 millones de personas.

 Por otro lado quedan las dos fuerzas políticas que fueron las únicas capaces de sentarse y rubricar un acuerdo, pero que tampoco hicieron mucho más. Este documento más que para gobernar y conseguir una mayoría solvente en el Congreso, desprendía un olor a propaganda ante las nuevas elecciones, algo con lo que poder decir que han sido los únicos que han intentado hacer algo. Bien sabían que con ello no iban a ninguna parte, pero eso vende.
Resultado de imagen de legislatura del cambio
 Este el panorama que nos deja la XI legislatura, donde nadie dialogó abiertamente y que nos dejará imágenes como rastas en el congreso, un bebé en el primer pleno, el beso de dos diputados y un aumento de la crispación digna de un país tercermundista.

  Si este es el cambio prometido.. A ver qué ofrecen ahora para que la gente vuelva a las urnas el 26 de junio.

viernes, 22 de abril de 2016

Un robo legal

En nuestra España corrupta día sí día también sale un nuevo caso de corrupción, blanqueo de capitales,chantajes, etc. Esta semana todos nos hemos sobresaltado cuando miembros de manos limpias han sido detenidos por chantaje. Ver para creer.

 Pese a que estamos ya curados de espanto, una cosa me ya llamado la atención y es que vamos a presenciar un robo contra el que nada podremos hacer .

 El ministerio del Interior calcula que unas elecciones cuestan,siempre que sean a nivel nacional, unos 160 millones de euros. Este dinero sale de las arcas públicas, del bolsillo de todos. Si hay nuevas elecciones este será el precio que España deba pagar para que sus políticos no se pongan de acuerdo. Esto en sí no es el robo, solo la vergüenza de nuestros políticos.

 El robo viene ahora. En esos 160 millones viene reflejado no solo el gasto de la elecciones físicas ( papeletas, pago del personal, correos y demás logística) sino también las subvenciones a los partidos. Estos reciben dinero en función a los diputados electos y también en relación al número de votos obtenidos. Además otras cantidades de dinero son destinadas por distintas partidas aunque en menor cuantía. Hasta aqui todo bien. El problema viene cuando  la legislatura fracasa y hay que convocar nuevos comicios, lo que significa que los partidos no se han puesto de acuerdo y hay que volver a votar. El dinero de esa subvención debería ser, por tanto, devuelto, pero por lo que he podido indagar no va a ser así, ese dinero se lo quedan ellos y recibirán otra ingente cantidad de dinero solo 6 meses después de las primeras elecciones. Un robo legal, pero robo y más con la que está cayendo.
 Se que muchos dirán que con ese dinero pagan las campañas electorales, que en parte es así, pero también es cierto que les sobra dinero tras recibir la ayuda, por lo que una vez cubiertos gastos, el superávit debería ser devuelto, pero las leyes las proponen los mismos que luego se van a beneficiar de ellas. 

martes, 12 de abril de 2016

El peligro de las remontadas

Que el Real Madrid tenga que hacer una remontada en Europa o en la copa del rey se está convirtiendo en una tónica demasiado común en los últimos años, y eso q los corazones de la afición no están para muchos sobresaltos viendo la trayectoria del equipo últimamente. Venga, apelenos de nuevo al espíritu de Juanito, el de las remontadas, con un Bernabéu encendido donde los partidos se hacen muy largos, como ocurre todos loa años una vez.

  El problema está en que las últimas ocho veces que se ha apelado al espíritu de malogrado Juanito, el intento de remontada se ha quedado en eso, en intento. La última vez que los blancos voltearon una eliminatoria en contra en Europa fue en la temporada 2001-2002 ( cuando al final levantaron la novena) tras caer 2-1 ante el Bayern y vencer en el coliseo blanco 2-0. Curiosamente aqui no se apeló a nadie, puesto que perder por un gol, aunque no es de agrado, entra dentro de las cuentas de una eliminatoria. 

 La respuesta de la afición está por ver. Raro sería, eso es cierto,que no respondieran a la llamada, llamada que nace el mismo día del desastre. Como en ediciones anteriores, hay algún partido en el que los blancos son sonrojados en Europa ( Borussia, Lyon, Juventus o el mismo Barcelona).Este año ha tocado caer en Alemania ante el "todopoderoso" wolsfburgo por un contindente 2-0 y eso que los de Zidane venían con la moral por las nubes tras vencer 1-2 al Barca tres días antes.

  El martes se confirmará si hay o no remontada, pero con la perspectiva que da el tiempo, los blancos tienen mucho que perder. De producirse la remontada,algo que por presupuesto  y plantilla debería conseguirse, el pase a semifinales justificaría la remontanda pero no exculparía el desastre de Alemania ( la prensa catalana lo compara con el Alcorconazo [4-0], donde tampoco hubo vuelco en la vuelta) puesto que el rival, con todos los respetos, no está a la altura de los blancos. De caer, algo probable atendiendo la trayectoria madridista en Europa últimamente, el puesto de Zidane y el de media plantilla peligra y eso que se han colocado a 4 puntos del Barca ( han llegado a estar a 12) tras la nueva derrota culé en Anoeta.


lunes, 11 de abril de 2016

Mareando la perdiz.

En pocos momentos he pensado que nos íbamos a salvar de volver  a votar en junio, pero ahora, vistas las reuniones de esta pasada semana, se antoja difícil que los partidos alcancen algún tipo de acuerdo que nos impida volver a votar el junio. 

 No era, para ser honesto, muy positivo ante la reunión "a tres" entre C's, PSOE Y Podemos dadas las inmensas diferencias que existen entre la formación naranja y la morada. Desde el principio quedó patente que un acuerdo entre ellos no está en la hoja de ruta ni de Iglesias ni de Rivera y que los dos se pidieron, reproche arriba reproche abajo, que les permitan gobernar junto al PSOE. Podemos le argumenta que ellos son la alianza natural de Pedro Sánchez, mientras C's busca ensalzar su pacto con el PSOE. Lógicamente ninguno cedió.



Núcleo fuerte de Podemos

 Más allá de este anunciado desencuentro, llega el postureo entre PSOE y Podemos. Ninguno de los dos partidos quiere quedar como el que ha roto la posibilidad de acuerdo puesto que eso les restaría votos ante unas hipotéticas elecciones y aquí es donde Iglesias sacó toda su artillería. El líder de Podemos, con un tono de voz "trabajado",  explicó y dio por rotas las negociaciones, cuando el PSOE no aceptó sus 20 propuestas claves. Rápidamente el PSOE aclaró que son dos las que mo aceptan, la del referendum catalán y la de pa composición del gobierno. El resto, en palabras del Hernando, negociable. 

 Por este motivo defino la reunión de postureo. Entiendo a ambas partes. Podemos quiera o no debe incluir en sus propuestas el referéndum pues sus confluencias en el parlamento no lo apoyan sin este apartado. El PSOE no lo puede aceptar, por lo tanto y ante esta tesitura, sobraba la reunión. Que convoquen ya las elecciones y dejen de marear la perdiz, que España sabrá votar en consecuencia.

viernes, 1 de abril de 2016

Una de "postureo".

Cada vez tengo más claro que el destino político español de los próximos meses pasa irremediablemente por las urnas, y eso que el propio Pedro Sánchez afirmó el pasado miércoles, tras la reunión con Pablo Iglesias que, a día de hoy hay más posibilidades de que haya un gobierno antes del 2 de mayo, que una convocatoria electoral, que por lo que parece, nadie desea, o si.

  Tras esa reunión, con regalo del de Podemos incluido, han salido más posturas que realidades, aunque algo es algo, puesto que Podemos, que siempre se negaba a sentarse en una mesa con Ciudadanos ha accedido a hacerlo, aunque el interés de los morados no es otro que les dejen gobernar junto al PSOE.
Paseo matutino de los dos secretarios generales.
 LLegados a este punto no entiendo el optimismo contenido ( como el propio Sánchez lo definió) que se tiene en las filas socialistas, pues las declaraciones posteriores de los reunidos frente al congreso ( Sánchez e Iglesias pasearon frente a la sede de los diputados) muestran que el entendimiento entre ambos partidos va a ser más que complicado. Analicemos en qué se ha avanzado y en qué no:

    Cierto es que simplemente tener la voluntad de sentarse en una mesa es un avance, pero eso parece lo único en lo que están de acuerdo, pues los puntos que los separan son mayores. Pablo Iglesias dice que solo va a negociar con Ciudadanos para que estos salgan de la baraja y dejen a la izquierda gobernar ( eso mismo, la abstención, la pidieron antes PSOE y C´s a Podemos y estos se la negaron, por lo que nada indica que ahora Rivera acepte esta premisa). Podemos, demasiado atado por sus ramas regionales sabe que necesita seguir vendiendo el referéndum en Cataluña para conseguir que Compromís, en Comú y las mareas les apoyen, lo que deja poco margen de maniobra al líder morado.

  Creo ciertamente que saben que no va a haber acuerdo, pero nadie quiere quedar como aquel partido que provocó la convocatoria de nuevas elecciones. Este puede ser el sentido de que ahora Podemos se siente a negociar o no, pero este cambio de actitud ante "la casta" es algo sospechoso.