Pese a que estamos ya curados de espanto, una cosa me ya llamado la atención y es que vamos a presenciar un robo contra el que nada podremos hacer .
El ministerio del Interior calcula que unas elecciones cuestan,siempre que sean a nivel nacional, unos 160 millones de euros. Este dinero sale de las arcas públicas, del bolsillo de todos. Si hay nuevas elecciones este será el precio que España deba pagar para que sus políticos no se pongan de acuerdo. Esto en sí no es el robo, solo la vergüenza de nuestros políticos.
El robo viene ahora. En esos 160 millones viene reflejado no solo el gasto de la elecciones físicas ( papeletas, pago del personal, correos y demás logística) sino también las subvenciones a los partidos. Estos reciben dinero en función a los diputados electos y también en relación al número de votos obtenidos. Además otras cantidades de dinero son destinadas por distintas partidas aunque en menor cuantía. Hasta aqui todo bien. El problema viene cuando la legislatura fracasa y hay que convocar nuevos comicios, lo que significa que los partidos no se han puesto de acuerdo y hay que volver a votar. El dinero de esa subvención debería ser, por tanto, devuelto, pero por lo que he podido indagar no va a ser así, ese dinero se lo quedan ellos y recibirán otra ingente cantidad de dinero solo 6 meses después de las primeras elecciones. Un robo legal, pero robo y más con la que está cayendo.
Se que muchos dirán que con ese dinero pagan las campañas electorales, que en parte es así, pero también es cierto que les sobra dinero tras recibir la ayuda, por lo que una vez cubiertos gastos, el superávit debería ser devuelto, pero las leyes las proponen los mismos que luego se van a beneficiar de ellas.
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