domingo, 10 de enero de 2016

Bale protagonista principal en el debut de Zidane



Liga BBVA jornada 18

R.Madrid 5 -Bale (3) y Benzemá (2)- Deportivo 0

  La reconciliación entre la parroquia blanca y el Real Madrid quedó encomendada a Zidane a principios de semana y hoy ha cumplido su primer acto. El Deportivo, que no es el Súper Depor de antaño pero tampoco es el que se ha arrastrado por primera en los últimos años, medía la esperanza blanca con el galo al timón del buque blanco.

 Ya se intuía con el paso de los días que el recibimiento al equipo, o por lo menos al nuevo líder, iba a ser cálido, alejado de los pitos que cada quince días recibía Benítez cuando su nombre salía en los videomarcadores. Y así fue. Atronadora ovación para el francés, muy querido desde que decidió jugar con los blancos allá por los inicios de la presente centuria.
  En los primeros minutos no se observaron demasiados cambios y el equipo no salió en el estado de efervescencia esperado. Navas sacó un mano a mano a Lucas Pérez nada más empezar el partido. El Depor fue capaz de discutirle la posesión a los locales en el arranque hasta que un taconazo de Benzemá enfriaba a los coruñeses y calentaba a los blancos. Este gol del francés, el 18 en otros tantos partidos motivó a Bale, que vestido con traje de faena, marcó tres goles más, confirmando que la confianza que Benítez mostraba en él no era fortuita. El británico, empeñado en triunfar en madrid y en suceder a Ronaldo, corrió, luchó y defendió como el que más, arrastrando una sonada ovación cuando con 4-0 persiguió hasta su propia portería a un rival para rebañarle el esférico. El Bernabéu concibe el sudor y el esfuerzo como primer sacramento.

  El quinto gol, que redondeaba el debut soñado por todo técnico que comienza con el partido empezado, lo marcó Benzemá en los albores del partido, rara faceta para el francés pues siempre, salvo lesión de otro compañero,  era el primer cambio con Benítez. Ahí se nota la mano de su compatriota. Otro cambio, fundamental, se vio en el 11 titular. Carvajal, mandado al banquillo por las lesiones y por Danilo volvía a correr la banda derecha. Nadie echó en falta al brasileño. Unos metros más arriba aparecía en la alineación Isco, también denostado por Benítez, peor no cuajó su mejor actuación. Le sigue sobrando un regate en cada jugada. Trabajo por delante para Zidane, que también le gustaba decorar las jugadas.  El malagueño fue sustituido por James, que ha comenzado por detrás del andaluz en la carrera por la titularidad. Aviso para el colombiano.

 En esta ocasión no hubo ninguna desconexión ni ningún cortocircuito, típico de la era Benítez y que han alejado a los blancos en la clasificación liguera. Sustos hubo algunos, lógicos cuando el equipo no se obsesiona en el equilibrio ni en echar el cerrojo cuando creen que el marcador es suficiente. El partido creció en ritmo cuando los huecos, motivados por el cansancio, se acentuaron. Algunos momentos de esta fase del partido recordaron al mejor Ancelotti.

 Es pronto para notar la mano de Zidane, que al final será valorado no por el juego, sino por los títulos, que se ganan en mayo pero que se pueden perder en enero, De  momento ni uno ni otro.

PD: Ronaldo jugó, lo intentó e incluso defendió, sin excesos, pero corrió hacia su portería en alguna ocasión. El problema sigue siendo que su matrimonio, largo, con el gol, no está pasando por sus mejores momentos a pesar de que lo intentó en 10 ocasiones.

viernes, 8 de enero de 2016

Cómo autodestruirse. Por Artur Mas

Que la política es extraña y compleja lo sabemos. Que el arte de la política, ligado a la oratoria como le gustaba a los romanos está cada vez más denostado y devaluado es igual de cierto, pero lo notorio es que a muchos políticos les gusta meterse en jardines de los que, o bien no salen, o bien salen podados. Artur Mas, presidente en funciones de la Generalitat de Catalunya, lo está sufriendo en sus independentistas carnes;él se lo ha buscado.

   Mas, desde que inició su deriva catalanista ha perdido la mitad de apoyos en el parlamento. Cogió un partido con mayoría solvente para dejarlo como 3ª fuerza política en Cataluña ( en la elecciones nacionales). Ha acabado con su partido, primero al separarse de Unió y romper con las tradicionales siglas de CIU, para ir poco a poco desfragmentando a la propia Convergencia, que ya se ha presentado a las nacionales bajo otras siglas. La pérdida de fuerza es diaria y ahora, el que puede perder todo es el propio presidente y dueño del partido que en lugar de echarse a un lado para que el famoso "procés" no se frene, se ha empecinado en que si no está él, la independencia de Cataluña no es viable.
Resultado de imagen de Artur mas

 Hace un tiempo pensaba que el problema que tenía Mas era que desconfiaba de sus posibilidades de ser reelegido presidente debido a los recortes y por ese motivo es había embarcado en el rollo independentistas. Ahora, ya no lo entiendo. Veamos.

  La CUP ( Candidatura de Unión popular), antisistema, independentista, anticapitalista, antieuropeo...anti todo vamos, se ha convertido con su 10 diputados en el parlamento catalán en el centro de todos los focos de la política catalana. No es que tengan la llave del gobierno catalán, es que tienen hasta la máquina que copia las llaves. Mas sabe que esos 10 diputados no solo marcan la diferencia entre un fracaso absoluto de sus elecciones plebiscitarias o un éxito para sus intentonas secesionistas sino que podrían darle la puntilla definitiva a su propia cabeza. Que un partido que en 2010 obtuvo 62 escaños tenga que depender de un partido asambleario...( con todos mis respetos a la CUP)

Estos antisistema dijeron por activa y pasiva que no apoyarían a Mas, pues es símbolo de los recortes y de la corrupción. Cerca han estado de apoyarlo, con asamblea de ciencia ficción mediante ( 1515 votos a favor de apoyarlo y 1515 en contra). Mas los culpa de entorpecer al procés por no apoyarle. Ellos solo piden que no se presente Mas. Ahí está el enroque. Definitivamente la CUP ha decidido no apoyar a Mas. Mas ha dicho que si no lo apoyan habrá nuevas elecciones. Tienen hasta el domingo para aclararse, pero lo que definitivamente queda dañada es la imagen del propio Mas, que quiere toda la gloria para él y la imagen del propio procés. Que pensará un catalán independentista al ver este juego en el que han convertido las elecciones. Llevan meses sin presidente y así siguen. Cada uno en sus posiciones y sin moverse. Una vergüenza en toda regla.

Artur Mas, con sus deseos de gloria irracional puede estar acabando con su partido,con su procés y con su propia figura política. Todo un récord para un político con poca altura y con demasiado egoísmo para ser un buen político. Ha perdido la mitad de sus votantes en 5 años que lleva convocando elecciones catalanas como el que queda para cenar con unos amigos y, lo peor, no da su brazo a torcer. Repito, tiene hasta el domingo para volver a la cordura de un proceso que no la tiene por ningún lado. Allá ellos.

jueves, 7 de enero de 2016

Florentino Pérez, nuevo entrenador del Madrid

Ese sería el máximo deseo del presidente blanco. Verse entrenando. Hubo una época que había entrenadores-jugadores. Florentino quiere instaurar el presidente-entrenador. Y lo de jugar también, eso ya no lo veo.

   Lo llevo tiempo pensando y al final ese mismo tiempo dará la razón a mi pensamiento. No sé si el mal que acecha al Madrid es la mala gestión deportiva, que no económica, de los dirigentes blancos. Por todos es sabido que para Florentino el club es una empresa, una máquina de hacer dinero, donde parece que prevalece eso sobre lo deportivo.

 Uno de los grandes fallos del presidente de los de Concha Espina es que siempre le ha encantado fichar a su antojo y luego, con el equipo lleno de buenos nombres buscar un entrenador, que bajo la presión de los millones que han costado esos tipos, no tenga equipos equilibrados y que deba poner a los jugadores en función a su precio y no a las necesidades del equipo. El segundo y a mi entender gran fallo de florentino es que el tema de los entrenadores lo lleva de cabeza. Ha despedido ya ha 10 entrenadores en 13 años, un disparate para una entidad que se supone seria.

 Al final, nunca está contento con ningún míster. Todos, hagan lo que hagan acabarán de la misma forma, saliendo por la puerta de atrás. Cuando llegó al Madrid en el año 2000, se encontró con Vicente del Bosque, un tipo de la casa, que ya le había dado un champions al Madrid. A Florentino le dio otra y una liga, pero para celebrar eso lo echó, en plena celebración liguera para traerse a Queiroz, segundo de Ferguson que nunca había dirigido a un grande, bueno a nadie. Un desastre. Duró un año. Fue sustituido por Camacho, que se fue del Madrid (¿ qué vería el marciano?). Tras él estuvo dos meses García Remón, que en navidades fue destituido . Llegó Luxemburgo, que aguantó un año y medio. ¡Vaya récord! . Tras el brasileño llegó López Caro, que aguantó más que Florentino, dimitió en 2006.

 En su segunda andadura  con el Madrid han llegado Pellegrini, un año, Mourinho, 3, Ancelotti, 2, y Benítez, 7 meses. Lo de Benítez no era de extrañar, lo de Mou se agotó con el tiempo, pero lo del italiano es brutal. Gana cuatro títulos en un año, incluida la décima y es cuestionado. Al siguiente año echado.

 En resumen, que el problema de Florentino es que es de gatillo fácil con los entrenadores. Conclusión, no hay mejor entrenador que él, pensará el madrileño, por lo que realmente
él quiere agotar todos  los entrenadores del mundo para ponerse él como salvador.

lunes, 4 de enero de 2016

Benítez se tomó las uvas pero no llegó al roscón

Benítez en su presentación con el equipo blanco

Que el Madrid es un devora entrenadores no es nada nuevo, que Florentino no tiene especial paciencia con la mayoría de los entrenadores ( y más si no son de su total agrado), tampoco es un secreto. La mezcla de ambos es explosiva. En los 13 años que Pérez lleva presidiendo al Madrid ( en dos etapas) han pasado por el banquillo blanco 11 entrenadores, y eso que Del Bosque y Mourinho aguantaron 3 años cada uno.

 El futuro del hasta hoy entrenador merengue estaba casi marcado desde el principio pues nunca hubo sintonía con la grada. El haber crecido en la casa blanca no le daba demasiado crédito al entrenador madrileño que lloraba de alegría el día de su presentación allá por el mes de julio. El humillante 0-4 del Barça en el Bernabéu lo dejó muy tocado.  La alineación indebida de Cheryshev lo encaminó hacia la salida y el no haber ganado ninguno de los partidos importantes del año lo sentenció.

Los malos resultados, aunque el equipo siga vivo en dos competiciones, han sido parte importante importante, pero la relación con la plantilla, la afición y el propio presidente fueron la puntilla. Según la prensa, ha tenido encontronazos con todos los jugadores, pero se lleva el premio la relación con James, Jesé e Isco. La del colombiano es digna de una telenovela de las que gustan en su país de origen.
Por tanto, la destitución era algo que se vislumbraba desde hacía semanas en el horizonte blanco. Ahora llega Zidane, héroe de la novena y posiblemente último cartucho de Florentino. Quizás el cargo de primer entrenador le llegue pronto. Quizás se convierta en  la undécima víctima  del "presi". Quizás sea el nuevo mesías.¡Quizás, quizás,quizás!

...Y al final la campanada la dio Ramonchu en La 1

Cristina Pedroche y sus 25000 cristales.

Ni el traje ligerito de tela ni directamente la ropa interior a lo Victoria´s  Secret de Tele5 han podido con la inmortal capa de Ramón García y el tradicional frío de la Igartiburu, que un día de estos le da hipotermia aguantando el tirón en la puerta del sol.

 Las cifras de audiencia confirman que al final las abuelas tienen razón  y las campanadas como en La 1 no se ven en ninguna parte. A la cadena pública no le ha hecho falta desnudar a nadie para conseguir que el 47% de las personas que siguieron las campanadas por el plasma lo hicieran en "la tele de todos". Lo rocambolesco de esto es que todo el mundo ya sabía de antemano la guerra de los desnudos y aún así los españoles de bien ( casi 7 millones) han hecho que esta cifra sea la mejor de la cadena estatal en los últimos cuatro años. Así somos en la piel de toro como decía Estrabón allá por el siglo I a.C.
Aunque parezca lo contrario ,al César lo que es del César, porque la Pedroche fue la segunda triunfadora de la noche, pues algo más de 2 millones de espectadores la siguieron junto al todoterreno Sobera, doblando los resultados de la cadena del grupo Atresmedia del año anterior. En la nómina de los perdedores ( todos no pueden ganar) están Telecinco y la Sexta. La cadena de Mediaset y la lencería de Marta Torné, seguida por 1,6 millones de personas, que es una cifra considerable pero lejos de las  ingentes cantidades de audiencia que consiguen con Sálvame y su programación de calidad. En la Sexta era normal la caída, pues venían de un récord el año anterior con Pedroche por lo que este año Chicote y compañía lo tenían difícil.

domingo, 3 de enero de 2016

El Madrid no sabe recortar

Liga BBVA jornada 18

Valencia 2 (Parejo (P) y Alcácer)- R.Madrid 2 (Benzemá y Bale)

Nueva oportunidad por los blancos para acortar las distancias que el Barcelona apuntaló en el Bernabéu.  Tercer empate del líder, que ya no lo es y tercera vez que el Madrid pierde el tren. No se sabe cuántos trenes quedan, si es que quedan, pero la sensación es que esta liga no es blanca.

El Madrid encaraba el partido de Mestalla sabiendo de sobra que el Barca había empatado en Cornellá y que la victoria les ponía con los mismos puntos que los culés, eso sí, los catalanes con un partido pendiente por jugar. Sabiendo esto, salieron concentrados, dominadores del partido en todos los aspectos, incluso pronto se adelantaron con una jugada de tiralíneas entre la BBC. Benzemá remataba un pase de Ronaldo precedido de un taconazo de Bale. Minuto 14. Todo parecía controlado; y así siguió durante la primera media del partido. El Valencia, que no pasa por sus mejores momentos, no veía la forma de morderle a los visitantes.

 Pero como si de un maleficio se tratara, una vez que el partido llegó a la media hora, se desconsoló y empezó un correcalles con ataques furtivos en ambas porterías. El Valencia, apretó espoleado por su generosa afición hasta que un más que dudoso penalti de Pepe fue transformado por Parejo en el descuento del primer acto. 1-1 en el llamado momento psicológico.
Benzemá abriendo el marcador en Mestalla.

 Los blancos, hoy de azul, no se amilanaron y comenzaron la segunda parte bien plantados en el campo y atacando, esta vez sí, con criterio y equilibrio, quizás de forma menos vistosa pues James e Isco hoy ni participaron en un centro del campo poco creativo pero efectivo formado por Kovácic, Kroos y Modric. El primero de ellos fue el encargado de reventar el partido pues en el 68 vio la roja por una dura entrada, roja merecida pero que no debió existir pues vino precedida de un penalti de libro sobre Ronaldo que todo el mundo vio menos los que tenían que verlo, árbitro y secuaces de banderines en las manos.

 La roja antes de espolear a los locales fue un acicate para el Madrid, que tirando de casta y orgullo consiguió, con diez, encerrar al Valencia. Presionó y presionó con Bale en la izquierda y Ronaldo en punta hasta que en el 81 llegó el merecido gol de Bale. El galés , que cuando juega en la banda izquierda gana enteros, cabeceó de bella factura una falta colgada por Vázquez. Era el 1-2. El Madrid se subía al tren de la liga. Solo dos minutos después Alcácer, al más puro estilo revisor, bajó a los blancos del tren. Un fallo defensivo provocó el empate de nuevo.

Con el 2-2 final pudieron marcar los dos equipos, volcados en ataque pues a ninguno les servía demasiado el punto. A falta de un minuto Navas le sacó un mano a mano a Negredo que parecía condenar a los merengues, pero es que acto seguido el balón le llovió a Bale que se plantó en la portería valencianista y mandó el esférico a las nubes. Ahí murió el partido. Quien sabe si la liga blanca, aunque visto lo visto queda mucha tela por cortar en esta liga.

sábado, 2 de enero de 2016

Ronaldo salva las uvas de Benítez

El plebiscito perpetuo en el que se hab convertido los partidos merengues en casa ha tenido una nueva convocatoria, la visita de la Real Sociedad. Es lógico que Benítez juegue más agusto fuera de casa, pues alli pitan a todo el equipo,como es lógico,y no solo al entrenador, como ocurre en el Coliseo blanco.

El equipo salió con brio y con ganas de agradar pero faltan ideas, que a fin de cuentas es más de la mitad del juego de un equipo. Puedes tener el mejor conjunto, con más calidad, que si las cosas no están claras, nada funciona.
Ronaldo celebra el segundo blanco
  El equilibrio de la primera parte pudo romperse cuando el árbitro se inventó un penalti sobre Benzemá, pero la justicia futbolera, la que casi nunca se cumple, hizo que el balón de Ronaldo volase al segundo anfiteatro. El árbitro, nada contento con su actuación, volvió a pitar un penalti minutos después. Esta vez era menos riguroso, mano dentro del área, pena máxima, aunque no hubo intención, bien es cierto que la mano iba demasiado separada del cuerpo. Esta vez el portugués no fallaba y hacía su gol número 56 en lo que va de año. Cifras prohibidas para los mortales.
  Parecía que desde aquí se desataría el vendaval blanco, pues la Real Sociedad estaba más preocupada en no perder más efectivos por lesión que el propio encuentro. Agirretxe y Canales ya habían acabado su participación en la primera mitad por los infortunios del fútbol.

El descanso sentó mal a los locales, que poco a poco se fueron desfigurando lo que dio alas al equipo donostiarra que vio la posibilidad, pese al pésimo arbitraje, de pescar en el Bernabéu. Fruto de esto fue el empate con un lanzamiento magistral de Bruma al palo largo del portero. Un runrún recorría la grada. Minuto 60 de partido y la Real empataba. Malo.

 Los blancos espabilaron algo, tampoco demasiado, lo que les sirvió para acercarse a la portería vasca.Eso sí, a base de contragolpes, como en épocas anteriores, pues entregaron descaradamente el balón a los donostiarras, que tuvieron en las piernas de Bruna la posibilidad de hacer el segundo gol, pero Navas estuvo certero en el uno contra uno y desbarató la ocasión.

  No fue en una contra, fue en un córner donde el Madrid se adelantó en el marcador. Marcelo lanzó un saque de esquina malo, de los largos que no van a ninguna parte, pero un Ronaldo, que casi nunca anda por el punto de penalti, cazó el balón y con más fe que potencia lo colocó en un lugar inaccesible para el guardameta. Era el 2-1, eran las uvas de Benítez. De aquí al final hubo pocos sobresaltos y más cuando Lucas Vázquez finalizaba una contra y ponía el definitivo 3-1 en el marcador. 

  Benítez salva otro partido, acaba el año como entrenador blanco. El domingo le espera Mestalla, el choque más complicado del mes de enero y el que puede marcan el punto de partida blanco de la temporada.