No es la primera que escribo sobre la situación política de Cataluña y, por lo que parece, no será la única, pero esta vez por fin he entendido bien la problemática. Hace un par de años, cuando Artur Mas era el líder del movimiento independentista yo estaba convencido de que no había ningún plan y que todo se limitaba a un "tira y afloja" con el Estado buscando más autogobierno y sobre todo, más financiación. La verdad es que es un discurso demasiados implicado el mío, pero sigo pensando que el origen de todos los problemas radica ahí. Ahora bien, desde ese momento he seguido pensando que los independentistas seguían tensando la cuerda buscando un acuerdo con el gobierno ( sin independencia por medio) pero desde un tiempo hacia aquí, el rodillo independentista ha seguido funcionando y aunque algunos ( muy pocos) se han bajado, sí que es verdad que el plan que lleva hacia la ruptura está perfectamente estudiado y va más allá de una mejor financiación.
Poco a poco va saliendo a La Luz ese plan, perfectamente estudiado desde el govern, y que busca crear la situación idónea para conseguir la independencia de Cataluña. Más allá de que tengan razón o no, nunca pensé que fueran a llegar tan lejos y que tuvieran tan estudiado, casi al milímetro todos los pasos a seguir. Otra cosa será que su plan les salga bien o no.
Recapitulemos: el objetivo final es la independencia y como bien diría Maquiavelo, "el fin justifica los medios". Estos medios pasan por crear el caos en el Estado español y forzar a que el gobierno acepte un referéndum pactado o que internacionalmente sea reconocida la independencia y crear, por tanto, un conflicto internacional para España ( no una guerra, pero sí un problema de identidades). Dentro de este segundo apartado los círculos independentistas buscan que en el extranjero vean a España como un Estado fascista y que va en contra de los valores democráticos. No es de extrañar que el intento por parte de las fuerzas de seguridad del Estado de evitar la votación ilegal del 1-O fuera aprovechado para dar esa imagen española. El número de heridos fue repetido hasta la saciedad.
Por otro lado, cualquier movimiento de la justicia en contra de ellos ( recordemos que se están saltando las leyes del Estado) se argumenta allí como una persecución de los derechos fundamentales catalanes y un ataque a la democracia. Todo de cara al exterior. Hay que dar pena para conseguir el rechazo a lo español.
Todo está pensado, hasta la ambigüedad en la declaración de la independencia, pues realmente no lo han hecho pero quieren mostrar que sí. Están buscando que el gobierno les quite el autogobierno, para así, seguir con su queja internacional. Todo planeado. Si esto no funciona, pues tenemos a Junqueras, que mediante huelgas generales quiere minar la ya de por sí maltrecha economía española, sembrar el caos y que al final poder pescaron referéndum en las aguas turbias españolas.
Pero para más inri, si todo esto falla, que es lo que hasta el momento está ocurriendo, les queda aún una bala en la recámara, y no es otra cosa que sembrar para el futuro. Saben que si internacionalmente no son reconocidos y que si el gobierno no les concede un referéndum, la profundización en fractura de la sociedad catalana es su próximo objetivo. Ahora mismo hay un mayor número de no independentistas, pero primero están consiguiendo que cada vez sea mayor el número de personas que quieren votar y sobre todo, achacando que el Estado persigue a todo lo catalán, ganar cada vez más adeptos para que en unos años, la presión independentista sea aun mayor que ahora y con una base social más amplia. Viejas tácticas para nuevas ideas. Peligroso cóctel.
En resumen, tienen un plan establecido y parece que la vida les va en ello. Veremos. Y si no, pues siempre podrán seguir con su trabajo ideológico en los colegios.
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