¡Que vuelva el Tribuno de la Plebe!

Corría el año 494 a.C.  cuando en la República se creaba la figura del tribuno de la Plebe. La Antigua Roma nunca fue democrática ni esa fue su intención, pero sí crearon esta figura para que los plebeyos ( el 95 % de la población, siendo la mayoría de ellos pobres) fueran representados en el Senado. La mayoría de las veces la opinión del pueblo no era respetada, pero por lo menos el pueblo tenía voz. 

  Con el paso de los años y la llegada de la democracia se supone que todos los parlamentarios deben llevar la voz del pueblo a todas las instituciones. Cada uno debe representar a los votantes que han depositado su confianza en ellos. Pero ¿Alguien se traga esta milonga?

  Estos días se está llevando a cabo el debate sobre el Estado de la Nación. En él, nuestros representantes, nuestros tribunos de la plebe, deben DEBATIR sobre el estado del país, las necesidades que tiene el pueblo y las posibles soluciones que ellos, nuestra clase dirigente, debe ofrecernos. Pero después de ver un resumen del mismo te das cuenta que ninguno de los parlamentarios, sean del partido que sean se preocupan por el pueblo. Ellos se preocupan por ellos mismos y por defender la posición de privilegio que nosotros les hemos dado con nuestros votos.

  Ayer, en la primera sesión del debate a lo que se dedicaron los parlamentarios fue a acusarse y a sacar los trapos sucios del contrincante y  de su partido. Recuerdo un extracto del debate entre el presidente Rajoy y Pedro Sánchez en el que uno acusaba al otro de corrupción en su partido y el otro le respondía que él más. Típica conversación de patio de colegio. No de un parlamento que representa a todos los españoles. Genial. Ambos muestran preocupación por el pueblo.

  Al rato la vicepresidenta del congreso es pillada jugando al Candy Crash con su tablet ( que viene de regalo cuando se convierten en diputados). Rajoy insulta al rival. El rival le responde con más insultos. Así durante horas. Ese es el resumen de un debate en el que no se aportan soluciones, solo quieren hundir al rival. Penoso.

  Necesitamos recuperar la figura del Tribuno de la Plebe, con matices claro, pero el parlamento debe volver a ser una institución en la que se escuche la voz del pueblo. Queremos sentirnos representados por nuestros gobernantes. No queremos sentirnos avergonzados por ellos. Yo ayer sentí vergüenza ajena al verlos pelear de la forma en la que lo hicieron. Váyanse todos y dejen al pueblo vivir.