Yo no soy técnico de Hacienda ni esa es mi intención. Tampoco soy economista pero sí que soy ciudadano interesado en la política y que tiene intención de ejercer su derecho a voto este año en las diferentes elecciones que habrá. Por ese motivo me gustaría hacer un alegato hacia podemos, en los que muchos ven el fin del bipartidismo y la reorganización del Estado de derecho.
El problema que tiene Podemos es que está sufriendo en sus carnes la política española, una política donde no se habla de política ni de programas políticos, una política española en la que lo único que buscan es derribar al rival y en ese juego populares y socialistas se mueven como pez en el agua. Lo llevan haciendo 36 años.
El fallo, a mi juicio que está haciendo Podemos, es darles carnaza a las pirañas políticas españolas. Primero con el contrato de Errejón y ahora con la declaración complementaria de Monedero por los trabajos de asesoría internacional a Venezuela. Creo en las explicaciones de Monedero, que había hecho un trabajo y había tributado una cantidad de dinero pensando que con eso servía, supongo que asesorado por algún especialista. Pero esto es darle motivos a los que no discuten de política en este país sino que solo se dedican a demostrar o intentar demostrar que el rival es más sucio que tú.
Otro fallo de Monedero, que esta semana le ha dado un balón de oxígeno a los empaquetados españoles, es que en su momento ha tributado mal. Me explico. Ha intentado usar un desvío de las normas españolas para intentar tributar menos, realmente como haríamos cualquiera de nosotros. Si nos ahorramos un Euro pues bienvenido sea. Lo que pasa es que nosotros no nos enfrentamos al PPSOE, especialistas en trapos sucios y en el "tú más".
Si quieres que la gente crea en ti, debes predicar con el ejemplo y si pides que los que más tienen más paguen, haz tú eso y no busques ingeniería fiscal para ahorrarte unos durillos, que estos carroñeros están a la que salta. Intenta que no tengan nada donde agarrarse porque en una discusión de política no tienen nada que hacer.
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