viernes, 6 de junio de 2014

Monarquía o República. Las cartas sobre la mesa

Antes de nada decir que  no me considero ni republicano ni monárquico, lo que sí soy es práctico  e intento ver lo que realmente es más útil para la vida para desechar lo superfluo, aunque sea temporalmente. Todo lo que hoy no sirve puede ser mañana esencial. Nunca cerréis por completo una puerta. 

  Con este ánimo afronto el tema tan debatido  esta semana sobre la necesidad de España de seguir con la monarquía o lanzarse a una nueva aventura republicana. Si tomamos las dos anteriores Repúblicas y su resultado no habría debate pues en ambos casos el fracaso fue más que sonado, pero eso sería tomar una actitud ventajista. Los tiempos cambian y los Estados pueden estar preparados para  cambiar la Jefatura del Estado, porque en realidad es eso, saber quien ostenta la Jefatura del país, un monarca o un soldado de raso.

 Tal como he dicho lo anterior es verdad que los tiempos en los que corre la sociedad el tema de los privilegios y el tener un puesto garantizado de por vida simplemente otorgado por tu nacimiento, parece que debería haber quedado en la  época medieval. Como mucho en la Moderna. Pero como no lo hizo, hay que ver, con una mentalidad práctica, si es lo que más nos interesa ahora mismo.

 Entrando en materia, tanto la Monarquía como la República tendrán unos puntos fuertes y otros menos fuertes, que son los usados por los del bando contrario para argumentar en su contra.
    
    En una República el Jefe del Estado será una persona elegida por el pueblo en unas elecciones democráticas y libres, donde en potencia, todo ciudadano mayor de edad podría ser susceptible de ser elegido ( el reinado se hereda de forma hereditaria). De esta forma se garantiza que el pueblo puede decidir sobre el más alto representante de su país. Bien por la República. Este presidente debe intentar hacer las cosas meridiamente bien puesto que su cargo no es vitalicio, sino que deberá afrontar el escrutinio del pueblo en las siguientes elecciones y podría ser pasto de las urnas si no cumpliera con sus funciones. El rey daría igual, puesto que no debe afrontar una votaciones Por otro lado esta figura no está por encima de la ley y si cometiera un acto flagrante podría ser juzgado y condenado, mientras que el monarca sí está por encima de la ley y tiene inmunidad, al menos durante su reinado. 

  Ante estas argumentaciones parecería que la República coge ventaja, una ventaja insalvable para la Monarquía, un sistema que lentamente se va replegando hasta que llegará el momento en el que se extinga.  Pero creo que en España no es aún su momento y esas mismas virtudes de la República son su propio verdugo.

  Si el jefe republicano es elegido por las urnas, el rey viene dado por herencia, por lo que es un personaje neutral, ni de izquierdas ni de derechas, que ha dedicado una vida a formarse para desempeñar ese papel y que va a defender al país por su bandera y no por su ideología. El jefe de la República será siempre de un partido, con su ideología, con sus votantes y con sus compromisos electorales y sabemos que siempre no gobierna  para todos sino que lo hacer para los suyos. El rey por tanto intentará lo mejor para todos y no solo en el momento en el que se acerquen unas elecciones. Por otro lado y al no ser un cargo electivo gozará de continuidad. No vendrá el político de turno a destruir lo que han hecho los que anteriormente estaban al frente, que es lo que pasa con la política en este país. Además que las Repúblicas se ven afectadas por todas las elecciones, ya sean nacionales, locales o europeas, por lo que cada cierto tiempo temblarían los cimientos del país.

  Normalmente los Reyes son los encargados de llevar muchas relaciones diplomáticas con otros países y su figura es mejor aceptada que la de un político, puesto que es neutral y simplemente es el representante de ese país. El político tiene un ideología, que si no casa con el país al que vas, pues con mal pie llegas.

 En nuestro país tan peculiar y con tanto nacionalismo regional la figura de un rey da mayor cohesión territorial y como Rey de toda la nación, velará por la indisolubilidad de su territorio. En una República estás a expensas del que toque y lo que decida.

  Ahora bien. Vamos a hablar de los políticos españoles, los que en una República serían los encargados de todo. Sí, porque si llega algún día no se piensen que van a ir a su casa a preguntarle si quiere ser Jefe de Estado, el pastel se lo van a repartir ellos. Esos políticos que en todos los barómetros del CIS no hay ninguna que llega al 3, en una escala de 0 a 10. Esos políticos que están siendo juzgados por corrupción, que roban y se ríen de nosotros y que siempre estamos criticando duramente pero siguen ahí, porque pasas de nosotros. Y si cae Rajoy como Jefe de Estado ¿Qué pasaría? Pues que haría lo mismo que ahora, recortes y más recortes, sobres y sobres. Pero eso a nivel internacional. Claro siempre se podrá argumentar que podría ser una persona nueva como Pablo Iglesias de Podemos, pues genial, que nos quite las casas, abra las fronteras y les de lo nuestro a los extranjeros con su política de puertas abiertas. Pues prefiero que mis relaciones internacionales no las lleven personajes de este calado, prefiero a una persona que aunque sea por nacimiento, pero la han preparado para ello.

  Un afín a la República me refutará que no tiene por qué ser todo así. Claro que no, pero alguien se fía. Sería lo mismo, pero con la incertidumbre de cada cierto tiempo uno nuevo. Y por favor, fieles republicanos no caigáis en eso de que todos podríamos ser Jefes de Estado, que os engañan. Tienes que ser uno de ellos. Estar desde bien chiquito en las juventudes de sus partidos y hacer mucho la pelota. Nunca un partido va a poner al mejor preparado, va a poner a la mejor marioneta.

 Por último pero no menos importante, el gasto económico es intrascendente, una Monarquía puede gastar mucho menos que una República, todo depende de las funciones que tenga.

 Con esta líneas no quiero hacer cambiar a nadie de idea. Solo quiero que el defienda una idea, lo haga valorando según su opinión, todas las variables que entran en juego y no las que los políticos nos quieren vender. Espero ansioso sus ataques y/o alabanzas.

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