martes, 2 de junio de 2015

La libertad del mal gusto

Que iba a haber pitada en la final de la copa del Rey era algo sabido por todos desde el momento en el que Barcelona y Athletic vencieron en sus respectivas semifinales. Que nadie iba a hacer nada por evitarlo, era otra cosa que se daba por sentado, puesto que nada se puede hacer en contra de eso. 

   Rápidamente el gobierno se ha lanzado a buscar culpables, poniendo en tela de juicio a ambos equipos, dirigentes a la cabeza, socios y algún que otro político de poca monta que se las da de gran ideologo.

  Ordenemos algo las ideas. Nadie debe buscar culpables ante este tipo de actos, puesto que no es delito mostrar el desacuerdo ante una situación política que, según una minoría de españoles, consideran injusta. La libertad de expresión de la que gozamos en España nos permite hacer este tipo de manifestaciones. Ahora bien, hay muchas cosas que son criticables. Nadie debería mezclar una fiesta del fútbol con la política. Cada uno debe tener su foro propio de debate. 

 Es cierto que las plataformas favorables a la independencia han visto el escaparate ideal para sus reivindicaciones, pero pienso que no ha sido el lugar más indicado. Voy a intentar explicarme. Athletic y Barcelona tienen muchísimos seguidores fuera de sus respectivas comunidades, sobre todo los segundos. Están jugando la final de la copa del Rey donde, al ser un acto oficial, suena el himno nacional, por lo que estés de acuerdo con el Rey, con el país  o con la organización del mismo, debes respetarlo. Si quieres pitar, gritar, reivindicar lo que sea, tienes las calles y las urnas, pero no un partido de fútbol.Yo nunca pitaría el himno de Cataluña, ni el de ningún país ni región. Así que los que pitan , que primero aprendan buenos modales y luego reivindiquen  otras cosas.

PD: la sonrisa de Artur Mas sobraba. Queda de manifiesto que es un político flojico flojico. La reacción del gobierno buscando culpables también. 


reprochable: risas y las plataformas

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