Que los bancos hacen el agosto con nosotros no es nada nuevo. Que pase lo que pase un banco siempre está por delante de cualquier ciudadano, pues tampoco. Que si hay que ayudar a alguien se ayudar a alguien sean los bancos los que reciban miles de millones y que luego seamos todos los que paguemos la factura, pues qué decir, eso ya ha ocurrido.
Las líneas anteriores no le sorprenden a nadie. El hábito ha hecho al monje y no nos sobresaltamos al ver como nos ningunean, pero esta semana hemos asistido al mayor asalto a mano armada de los bancos y parece que la noticia ha hecho poco eco ( o eso creo yo). El BBVA, uno de los bancos más poderosos del país y que mejores resultados obtiene trimestre tras trimestre, ha anunciado que desde el mes de septiembre va a cobrar una comisión por sacar dinero de sus cajeros a aquellos clientes que no tienen cuenta en el banco. Van a ser solo dos euros, pero nadie ha protestado, nadie ha dicho nada. ¡Todo el mundo lo ve normal! Yo no. Veamos: el banco va a cobrar por sacar dinero del cajero. Normal, pensarán la mayoría de los mortales. Es que estás sacando dinero de otro banco que no es el tuyo, pensarán otros. Lo que quizás estos mortales no sepan es que es una doble comisión puesto que tu banco ya les tiene que pagar una comisión a ellos por sacar dinero ( que luego puede ser que a ti te la cobre o no, eso depende del acuerdo que tengas tú con tu banco). Es decir, que te va a cobrar a ti y a tu banco por hacer la misma operación. Una barbaridad. O me cobra a mi o al banco, pero dos comisiones por lo mismo, me parece un robo a mano armada, que como siempre, y ya es rutina en este país, nos han colado un día de las vacaciones de verano, cuando entre baño y baño no nos enteramos de nada.
