Da lo mismo si ese sillón está en un faro abandonado, acorralado por leones o rodeado de ávidos compañeros arañando cual animal rabioso. Nadie abandona su trono de forma "voluntaria", al menos en la tierra de la piel de toro, según diría el geógrafo griego Estrabón para referirse a parte la Península.
En esta tesitura se encuentra una butaca que hasta hace 5 años era muy preciada y que ahora es un polvorín, una patata caliente que tarde o temprano va a estallar. El legendario PSOE se encuentra navegando en un mar incierto y su patrón Pedro Sánchez, lejos de buscar soluciones de partido y sacarlo de la UVI, se empeña en aferrarse al sillón y eso que desde hace 5 años el partido toca fondo elección tras elección. ¿Se habrá empeñado Sánchez en destruir el partido? Quien sabe, pero al ritmo que va....
Tras Zapatero llegó el primer batacazo, los 110 diputados conseguidos por Rubalcaba en 2011 significaron el fondo del pozo... bueno, Sánchez, dejó el récord en 85 después de bajar desde los 90 conseguidos en diciembre. Pero si esto no fuera poco, en las elecciones gallegas y vascas del fin de semana han cosechado sus peores resultados históricos. El PSOE se hunde.
Lejos de buscar soluciones, el actual Secretario General se ha agarrado al trono y para ello ha lanzado un órdago a sus compañeros de partido. ¡El que esté en mi contra que se presente a las primarias del partido! Proclamó ayer a los cuatro vientos, para luego advertir que él se iba a presentar y que si vencía, todos debían agachar la cabeza y seguir asistiendo a la muerte lenta del partido. Sabe que el momento actual no es propicio para que otro candidato de un paso al frente, por lo que su única arma para no dejar el barco es esta... Pablo Iglesias, el fundador del PSOE se estará retorciendo allá donde esté... el otro Pablo, el de Podemos, está viendo como tanto remar para conseguir el sorpasso y al final se lo dan ellos mismos.
Lo único claro de todo este entramado es que el dirigente socialista no deja su trono ni con la consabida receta del agua caliente.