Mareando la perdiz.

En pocos momentos he pensado que nos íbamos a salvar de volver  a votar en junio, pero ahora, vistas las reuniones de esta pasada semana, se antoja difícil que los partidos alcancen algún tipo de acuerdo que nos impida volver a votar el junio. 

 No era, para ser honesto, muy positivo ante la reunión "a tres" entre C's, PSOE Y Podemos dadas las inmensas diferencias que existen entre la formación naranja y la morada. Desde el principio quedó patente que un acuerdo entre ellos no está en la hoja de ruta ni de Iglesias ni de Rivera y que los dos se pidieron, reproche arriba reproche abajo, que les permitan gobernar junto al PSOE. Podemos le argumenta que ellos son la alianza natural de Pedro Sánchez, mientras C's busca ensalzar su pacto con el PSOE. Lógicamente ninguno cedió.

Núcleo fuerte de Podemos

 Más allá de este anunciado desencuentro, llega el postureo entre PSOE y Podemos. Ninguno de los dos partidos quiere quedar como el que ha roto la posibilidad de acuerdo puesto que eso les restaría votos ante unas hipotéticas elecciones y aquí es donde Iglesias sacó toda su artillería. El líder de Podemos, con un tono de voz "trabajado",  explicó y dio por rotas las negociaciones, cuando el PSOE no aceptó sus 20 propuestas claves. Rápidamente el PSOE aclaró que son dos las que mo aceptan, la del referendum catalán y la de pa composición del gobierno. El resto, en palabras del Hernando, negociable. 

 Por este motivo defino la reunión de postureo. Entiendo a ambas partes. Podemos quiera o no debe incluir en sus propuestas el referéndum pues sus confluencias en el parlamento no lo apoyan sin este apartado. El PSOE no lo puede aceptar, por lo tanto y ante esta tesitura, sobraba la reunión. Que convoquen ya las elecciones y dejen de marear la perdiz, que España sabrá votar en consecuencia.

Una de "postureo".

Cada vez tengo más claro que el destino político español de los próximos meses pasa irremediablemente por las urnas, y eso que el propio Pedro Sánchez afirmó el pasado miércoles, tras la reunión con Pablo Iglesias que, a día de hoy hay más posibilidades de que haya un gobierno antes del 2 de mayo, que una convocatoria electoral, que por lo que parece, nadie desea, o si.

  Tras esa reunión, con regalo del de Podemos incluido, han salido más posturas que realidades, aunque algo es algo, puesto que Podemos, que siempre se negaba a sentarse en una mesa con Ciudadanos ha accedido a hacerlo, aunque el interés de los morados no es otro que les dejen gobernar junto al PSOE.

Paseo matutino de los dos secretarios generales.

 LLegados a este punto no entiendo el optimismo contenido ( como el propio Sánchez lo definió) que se tiene en las filas socialistas, pues las declaraciones posteriores de los reunidos frente al congreso ( Sánchez e Iglesias pasearon frente a la sede de los diputados) muestran que el entendimiento entre ambos partidos va a ser más que complicado. Analicemos en qué se ha avanzado y en qué no:

    Cierto es que simplemente tener la voluntad de sentarse en una mesa es un avance, pero eso parece lo único en lo que están de acuerdo, pues los puntos que los separan son mayores. Pablo Iglesias dice que solo va a negociar con Ciudadanos para que estos salgan de la baraja y dejen a la izquierda gobernar ( eso mismo, la abstención, la pidieron antes PSOE y C´s a Podemos y estos se la negaron, por lo que nada indica que ahora Rivera acepte esta premisa). Podemos, demasiado atado por sus ramas regionales sabe que necesita seguir vendiendo el referéndum en Cataluña para conseguir que Compromís, en Comú y las mareas les apoyen, lo que deja poco margen de maniobra al líder morado.

  Creo ciertamente que saben que no va a haber acuerdo, pero nadie quiere quedar como aquel partido que provocó la convocatoria de nuevas elecciones. Este puede ser el sentido de que ahora Podemos se siente a negociar o no, pero este cambio de actitud ante "la casta" es algo sospechoso.

Condenados a entenderse

100 días después de las elecciones del 20D seguimos enquistados en negociaciones infructuosas llenas de líneas rojas, acuerdos sin apoyos y mirando de reojo al 2 de mayo, fecha tope para llegar a acuerdos o irremediablemente el parlamento quedará disuelto y se convocarán nuevas elecciones para junio.

  Ante este panorama se reúnen hoy Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, PSOE y Podemos. Ambos partidos cada vez tienen más claro que  están condenados a entenderse. Lo que les separa parece insalvable, pero, en mi opinión, deben entenderse, pues unas nuevas elecciones no siempre beneficiarían a estos partidos. 

Podemos se encuentra inmerso en una búsqueda de identidad, pues sus coaliciones periféricas (  Barcelona en comú, mareas y compromís) se muestran con identidad propia, la misma que puede alejar el entendimiento entre los partidos de izquierdas.

  En esta negociación el que parece tiene las cosas más claras es el PSOE, aferrándose a su documento firmado con C's como punto de partida en cualquier negociación. Por tanto, si Pablo Iglesias quiere formar gobierno, deberá alejarse, como poco,de su referéndum en Cataluña...Aunque las ganas de gobernar de Pedro Sánchez, que ni en sus mejores sueños se hubiera imaginado que tras conseguir los peores resultados del PSOE en la historia, es la única persona en el actual ajedrez que puede dar  "jaque mate" al PP. Veremos.  

El milagro de McLaren

El asturiano salió por su propio pie 

Podría pensarse que el milagro de McLaren ha sido convertir la cafetera del año pasado en un coche ganador, pero eso no ha sido. El milagro es haber creado un habitáculo para los pilotos lo suficientemente robusto como para aguantar el impresionante accidente que sufrió ayer Fernando Alonso en el arranque del mundial de Fórmula 1.

  Corría la vuelta 18 cuando el piloto español trataba de adelantar al Haas de Esteban Gutiérrez, pero quizás el mexicano frenó pronto o el asturiano tarde, yel McLaren impactó con la rueda trasera del Haas. Alonso, con la dirección rota se fue contra el muro a más de 315 Km/h. El coche se deslizó sin control, se elevó dando dos vueltas de campana hasta que impactó con otro muro, convirtiéndose en un amasijo de fibra y chapa. Segundos más tarde Alonso salía del coche por su propio pie con una pequeña cojera sin más para la bestialidad del accidente. Tras pasar por el hospital del circuito se confirmaba que el asturiano salía totalmente ileso.

  Deportivamente, ganaron los de siempre, los Mercedes, pero esta vez tuvieron que luchar más de lo esperado y fue el accidente de Alonso el que les dejó la victoria en bandeja. Hasta la vuelta 18 era Vettel el que lideraba con mano de acero la carrera tras una perfecta salida en la que pasaba a las dos flechas de plata. Raikkonen también conseguía pasar a los coches alemanes, aunque el motor del finlandés dijo basta y no pudo completar el Gran Premio de Melbourne. Hamilton, el "poleman", se encontraba perdido por la quinta plaza, y con pocas opciones de remontada, cuando se produjo el accidente de Alonso. La bandera roja y el parón en la carrera que se produjo por este accidente, agrupó a todos los pilotos y ahí los dos de Mercedes gestionaron mejor los cambios de neumáticos y consiguieron acabar por delante de un ferrari que este año promete dar más guerra aún que el pasado.

 Rosberg con esta victoria enlaza cuatro consecutivas, las últimas tres carreras de 2015 y esta inaugural, que lo lleva a convertirse en el primer líder de 2016. Por Detrás, a un mundo de los Mercedes y los Ferrari, aparece Toro Rosso, William y Red Bull. Sorprende Toro Rosso con un coche muy competitivo y con una guerra interna entre Carlos Sáinz y Max Verstapen.

  En cuanto al McLaren más de lo mismo. Bastante mejor que el año pasado ( cosa que era muy fácil) pero peor de lo que se barruntaba tras los entrenamientos libres. Button acabó 14º doblado por Rosberg. Mucho que mejorar si quieren, cuanto menos, pillar al pelotón que persigue, de lejos, a los de arriba. Próxima parada en dos semanas en el circuito de Bahrein.

El terremoto de Leicester

El fútbol muchas veces ofrece historias bonitas de lucha y superación, de ilusión y de ejemplo para el resto ( otras veces ofrece todo lo contrario), pero lo que no es normal es que provoque es un terremoto, que es lo que ha ocurrido con el Leicester.

Jugadores del Leicester celebrando un gol

  Terremoto literalmente hablando, sin exagerar. "The foxes", como se conoce al equipo con sede en Leicester, está haciendo una temporada increíble en la Premier británica, pues se mantiene líder con 5 puntos de ventaja sobre el Totenham a falta de 8 jornadas. 8 jornadas que los separan de la gloria y de hacer historia. Su presupuesto está muy alejado de los grandes clubes británicos, pero el esfuerzo y el buen hacer de sus futbolistas están provocando que sus aficionados vivan un continuo sueño del que siguen sin despertar.
  Tal es la expectación que está levantando dentro y fuera de Inglaterra que el pasado 27 de febrero el sismómetro instalado cerca del King Power ( el estadio del Leicester) registró un movimiento sísmico de 0,3 en la escala Ritcher cuando Leonardo Ulloa marcaba ,en el último minuto, el gol de la victoria de los "zorros" ante el Norwich, con lo que mantenía vivo el sueño de los 30000 aficionados que llenaban el estadio y los miles de hinchas de la ciudad.

 Los de Ranieri, viejo conocido de la liga española, están a un paso de hacer algo que en España se antoja utópico, dado el desigual reparto de los ingresos que tienen los clubes en la máxima competición nacional.

Pinchos y espinos para un refugiado

El tema de los refugiados es  bastante complejo y de difícil solución, pero no por ello hay que mirar hacia otro lado. Miles de personas están huyendo de Siria ante la atrocidad de un conflicto que dura ya cinco años y se antoja de difícil solución visto todas las facciones que hay en liza.  El país, que está siendo destruido sin piedad, es todo menos un hogar. La cuna de la civilización babilónica ( junto con Irak) se ha convertido en un terreno yermo sembrado de muerte y destrucción. Ante este panorama es normal que la población intente huir para salvar, al menos lo único que les queda, sus vidas.

Columna de refugiados sirios huyendo de la guerra

 Es normal que estas personas quieran llegar a Europa, a la que ven como la tierra prometida, libre de guerras y con la lección aprendida sobre este tema desde los años del nazismo, pero con el examen de los derechos humanos aun pendiente de aprobar. 

  Entiendo perfectamente que para las autoridades sea un problema inmenso el tema de los refugiados, que  se cuentan por cientos de miles, pero lo que no se puede hacer es mirar para otro lado, poner vallas e impedirles que entren en terreno europeo mediante el empleo del ejército. Me sonrojo al ver las imágenes de niños llorando, pasando frío y hambre mientras los políticos europeos, calientes en sus asientos, negocian cuotas de refugiados o dicen que tienen que ver cómo encajar todas las piezas bien antes de actuar ( recuerdo que la guerra lleva ya cinco años, no empezó ayer)

 No soy partidario de distribuirlos a todos sin ninguna medida de control por Europa ( ya hemos visto como uno de los terroristas de París aprovechó esto para entrar en Francia) pero tampoco soy de los que piensan que hay que mirar hacia otro lado. No me gustaría, si tuviera que huir de mi casa, que me recibieran a patadas cuando lo único que buscaría sería un refugio para huir de las bombas. Europa, mínimo, debería acondicionar a estos inmigrantes en campos de refugiados con unas condiciones higiénicas y sanitarias coherentes. No hablo de poner tres tiendas de campaña en medio de un campo encharcado, hablo de construir un lugar digno para que estén a la espera de encontrar una solución en su país o una solución en Europa.

Así recibe Europa a los que piden ayuda.

  

131-219 Investidura fallida

Como los presagios auguraban, Pedro Sánchez, líder del PSOE y primer candidato a la investidura en la 11ª legislatura, no consiguió convencer a la mayoría del parlamento ni en la primera sesión, ni en la segunda donde solo necesitaba la mayoría simple. España sigue enquistada y su gobierno interino por los antiguos inquilinos.

  El PSOE, segunda fuerza más votada, esperaba que tras la firma del pacto con Ciudadanos y sumar a sus 90 diputados, los 40 de la formación naranja, Podemos o incluso el PP se abstuvieran y así poder gobernar en minoría. Tras horas y horas de debate de investidura solo consiguieron un voto positivo, el de los canarios, mientras el resto de partidos, por una u otra razón votaron en contra. Volvemos al mismo punto anterior pero con una salvedad. Esta fase tiene fecha de caducidad. Si el dos de mayo ( cuales fusilamientos de la Moncloa) no hay candidato investido, el rey disolverá las cámaras, cada uno a casa  se convocarán nuevas elecciones.

Pedro Sánchez se dirige al pleno del congreso pidiendo su voto

  El balón ahora vuelve al tejado del Jefe de Estado, puesto que la Carta Magna indica que si fallase una investidura ( es la primera vez que ocurre) debe abrirse una nueva ronda de consultas con el Rey y este, volver a pedir a un  candidato que forme gobierno, aunque la Constitución no marca fechas concretas para esta nueva desiganción. Me explico. El rey debe recibir a todos los partidos que forman el elenco del parlamento, pero, si  tras reunirse con ellos ninguno está en condiciones de formar gobierno puede dejar pasar el tiempo para que negocien entre ellos. Si alguno le indicase que ha logrado apoyos o está cerca, sería cuando el rey se lo propondría. Si esto no ocurre, es posible que el Jefe de Estado agote el plazo de dos meses para, posteriormente, disolver  las cortes y convocar nuevas elecciones. El 26 de junio serían los nuevos comicios. No estaría demasiado bien visto otro intento fallido de investidura